El panorama actual del sector del automóvil vive momentos curiosos: por un lado, el crecimiento en ventas se mantiene alrededor del 5,5% anual, pero por otro, el fin de los programas de renovación del parque de vehículos (los planes estilo PIVE) significaría que, al término de las ayudas, las ventas caerían de una manera significativa.
Desde que comenzó la crisis económica en 2008, el mercado no ha podido recuperarse y alcanzar aquéllos niveles de ventas (1,5 millones de unidades anuales). El punto más bajo fue el año 2013, con menos de 700.000 unidades vendidas. Ahora, el mercado repunta hasta cifras superiores al millón de unidades anuales, pero es esta probable escasez de dinero en ayudas la que puede poner en peligro este incremento progresivo.