Uno de los juegos más comunes y recurrentes de los niños de cualquier edad es simular o fingir que son otras personas, que tienen una varita mágica en la mano, que van en coche por la casa… En definitiva, los juegos con la imaginación son los más comunes en todos los niños, y no hay más que ver qué son capaces de organizar con una caja de cartón vacía, ya que puede ser un fuerte, una torre o un mundo nuevo.
Para los niños con autismo, esto es muy difícil de conseguir. No tienen la misma capacidad para jugar con la imaginación, y hay que encontrar otras formas de conseguirlo, sobre todo porque son juegos cruciales en el desarrollo del niño a todos los niveles, y especialmente si nos fijamos en las futuras habilidades sociales, emocionales, y en su propia autoestima. Y la Realidad Aumentada puede contribuir a mejorar estos aprendizajes en niños con autismo.