Es posible que, en alguna ocasión, hayas recibido un correo electrónico enviado por ti mismo. Otra posibilidad es recibir correos electrónicos con direcciones falsificadas, es decir, que parecen lícitos debido al remitente, pero que resultan ser correos con fines maliciosos.
Eso es, precisamente, el email spoofing: la creación de mensajes de correo electrónico con una dirección de remitente falso. Las aplicaciones de este engaño son numerosas, siendo la más habitual el phishing (suplantación de identidad).