La pregunta está de actualidad: ¿cuánto contamina un coche eléctrico? Porque hay que saberlo: que sea un vehículo de propulsión eléctrica no significa que no contamine, ni incremente la proporción de CO2 en la atmósfera: no lo hace (cero emisiones) mientras se está desplazando, pero ¿qué pasa con la fabricación de cada unidad, de las baterías, y sobre todo, de dónde sale la electricidad necesaria para cubrir esa demanda?
Estas preguntas están a la orden del día en las diferentes asociaciones ecologistas, pero también nos interesa saber las respuestas a la hora de plantearnos la compra de un coche. Nos las deberíamos plantear nosotros mismos porque ¿sabes de dónde sale esa electricidad? ¿Qué energía se transforma para darnos potencia eléctrica? En muchos casos, tristemente, se utiliza el carbón como materia prima, un carbón que contamina mucho y que nada se puede hacer para evitarlo.