La cetosis es un proceso metabólico del cuerpo que se origina por un déficit en la ingesta de carbohidratos. Cuando se entra en este estado, el organismo tira de las grasas consumidas y almacenadas para producir energía y esto conlleva una pérdida de peso. Por eso han prosperado las dietas basadas en ese estado natural. Pero, para entrar y permanecer en cetosis, deben consumirse al día menos de 50 gramos de hidratos de carbono, una cantidad baja de proteínas y una alta de grasas.
Aparte de acelerar la pérdida de peso y reducir el apetito (a corto plazo), las dietas cetogénicas se han mostrado eficaces también para otros fines relacionados con enfermendades, como por ejemplo, para disminuir las convulsiones causadas por epilepsia en los niños. “En general, el 50-60% de los pacientes tratados con dietas cetogénicas experimentan al menos un descenso del 50% en la frecuencia de sus crisis, quedando libres de ellas hasta un 15-20%”, se explica en el “Manual para la práctica de la dieta cetogénica”, un trabajo coordinado por Consuelo Pedrón Giner del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús (Madrid).
Una dieta baja en carbohidratos mejora además los niveles de colesterol y el control de azúcar en la sangre para los pacientes con diabetes tipo 2, sin embargo ambos beneficios se han estudiado solo a corto plazo. Aunque algunas voces apuntan en esta línea, a día de hoy tampoco es posible recomendarla para proteger frente al alzhéimer, el párkinson, la esclerosis múltiple y otras enfermedades neurodegenerativas, simplemente porque no existen todavía investigaciones con humanos, indica Marcelo Campos, profesor en la Escuela de Medicina de Harvard.
Es muy importante tener en cuenta que, si no se realizan de la mano de un profesional médico o nutricionista, las dietas cetogénicas pueden acarrear numerosos riesgos para la salud. Entre ellos, hay posibilidad de que se produzca un déficit de nutrientes, problemas en el hígado o el riñón, estreñimiento y un bajo estado de ánimo. Ante todo, sé cauto y no inicies a dieta por tu cuenta, ni las basadas en la cetogénesis, ni cualquier otra.
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