Si notas problemas estomacales o te sobreviene una alergia, tal vez pueda deberse a una infección por el parásito anisakis. Son las dos reacciones que provoca cuando estas larvas, que se encuentran en los peces de mar y calamares, se hospedan en el cuerpo de las personas que previamente han ingerido un pescado con ella instalada en sus músculos. Ese contagio se denomina Anisakiasis.
El anisakis es un gusano de hasta 3 cm de longitud y 1 mm de diámetro, de color blanquecino casi transparente, que se puede apreciar a simple vista en el intestino de los peces en los que se hospeda. En ocasiones, cuando se encuentra encapsulado en los músculos de los peces, cambia de aspecto y adquiere un color pardo.
¿Cómo se manifiestan los síntomas?
«Suelen aparecer antes de 48 horas después de la ingestión, pero su patrón es variable. En la Anisakiasis gástrica, los pacientes se quejan de dolor abdominal intenso en la boca del estómago (epigastrio), nauseas y vómitos. El compromiso del intestino delgado provoca dolor abdominal inferior y signos de obstrucción que hacen sospechar una apendicitis, obligando en ocasiones a cirugía del abdomen», explica Francisco García Fernández, especialista de la Fundación Española del Aparato Digestivo. A veces los síntomas desaparecen solos, otras es necesario un tratamiento.
¿En qué peces se encuentra el anisakis?
«Podemos encontrar el Anisakis en la mayoría del pescado que habitualmente consumimos. Se localiza con más frecuencia en las zonas mas cercanas al aparato digestivo del pez y en las piezas de mayor tamaño. Aparece incluso en pescado de piscifactoría que ha sido alimentado con comida infecta», explica García. Así, es más frecuente encontrarse este parásito en la merluza y el bonito, aunque las infecciones en el hombre suelen provenir del boquerón, anchoa o sardina porque se consumen más frecuentemente sin cocinar. También en la langosta, gamba, cangrejo, pulpo, sepia, y el calamar. Según un informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 36 % del pescado que se consume en España lleva dentro anisakis. Según esta asociación, hoy se habla más de anisakis por la tendencia a consumir pescado crudo, como el sushi, y por la práctica cada vez más extendida de destripar el pescado en alta mar arrojando las vísceras al agua, lo que facilita que otras peces se las coman y se contagien.
¿Qué podemos hacer para prevenir el contagio?
1-No tomar pescado crudo o sin cocinar lo suficiente. Debe cocinarse a más de 60 grados durante al menos dos minutos. El cocinado a la plancha puede resultar insuficiente. Son seguras la cocción, la fritura y el horneado.
2- Si quieres consumir pescado crudo, una forma segura de evitar la ingesta de anisakis es congelarlo: a menos 20 grados durante al menos 24 horas.
3-Comprar el pescado limpio y sin vísceras, es decir, tripas. O si no, quitárselas lo antes posible.
4-Consumir especies en las que no anida el anisakis: bivalvos (mejillones, ostras, berberechos, etc.).
5- Evitar los pescados en salazón, ahumados, encurtidos, marinados, carpaccio, sushi o ceviche.
Foto: Daniel Lobo