La alegría, sana. Es una emoción que proporciona importantes beneficios a nuestra salud física y psíquica. Gracias a ella generamos endorfinas, sustancias internas que consiguen que nos relajemos, rejuvenezcamos, aumente la barrera inmunológica y se reduzca la presión arterial, disminuyendo los riesgos de sufrir accidentes cardiovasculares.
Por eso no se debe olvidar el poder transformador de la alegría, que se encuentra actualmente, y en muchas ocasiones, reemplazada por otras emociones y actitudes muy distintas. Aunque la tristeza juega un rol muy importante, ya que sin ella no se puede sentir todo lo opuesto, fechas como la de hoy, 1 de agosto, Día Mundial de la Alegría, nos sirven para recordar su importancia.
Este día se conmemora en, al menos, catorce países del mundo, incluidos Chile, Argentina, Brasil, Venezuela y México, gracias a la iniciativa presentada por el colombiano Alfonso Becerra, durante el Primer Congreso Nacional de Gestión Cultural Chileno en 2011, con la finalidad de festejar la vida y la importancia de vivir la alegría y aprender a compartirla.
Por eso es bueno habituarse, e incluso “entrenarse” para ser más alegres. Pequeños consejos para reír más a menudo: revivir emociones y recuerdos que activen nuestro sentido del humor, rodearnos de personas que transmitan felicidad, practicar la sonrisa, dejarnos tomar el pelo, que nos contagie la risa de otros y, sobre todo, reírnos de lo absurdo y de nosotros mismos…