Hoy, 31 de octubre, se conmemora en todo el mundo el Día Mundial de las Ciudades. Una fecha que aprovechan numerosos organismos para llamar la atención sobre el desafío demográfico en que se ha convertido el crecimiento desmesurado de las urbes. Para Naciones Unidas, “mejor ciudad, mejor calidad de vida”, por lo que ese crecimiento ha de realizarse de forma ordenada y, sobre todo, de manera medioambientalmente responsable.
El Día Mundial de las Ciudades fue instaurado por la ONU en 2014 y su objetivo era promover su desarrollo sostenible y fomentar la cooperación entre países para planificar la urbanización. Un Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS 11) que habla de que “el Sistema de Desarrollo de las Naciones Unidas, a través de colaboraciones y alianzas, puede contribuir a promover políticas urbanas locales y nacionales sostenibles; apoyar una mejor planificación y diseño del espacio, para optimizar la densidad, la conectividad y la diversidad.» Con este ODS colabora ampliamente Fundación MAPFRE a través de sus programas relacionados con la Seguridad Vial de los que ya se han beneficiado más de un millón de personas.
Este año el lema elegido es “Innovaciones y una vida mejor para las generaciones futuras«, con el foco puesto en cómo se puede usar la tecnología para mejorar la calidad de vida y el medioambiente de las ciudades, esto es, lograr ciudades inteligentes. Los objetivos principales que se quieren lograr en este Día Mundial de las Ciudades 2019 son:
- Concienciar más sobre cómo se pueden utilizar las innovaciones digitales para la prestación de servicios urbanos que mejoren la calidad de vida y el entorno urbano.
- Destacar y compartir las mejores y más prometedoras prácticas sobre nuevas tecnologías de vanguardia que pueden crear ciudades más inclusivas.
- Presentar propuestas para la generación de energía renovable en las ciudades.
- Explorar cómo las nuevas tecnologías pueden promover la inclusión social en las ciudades, apoyando a los más desfavorecidos.
Crecimiento ordenado
Las ciudades crecen de forma exponencial, sobre todo después de que se haya experimentado una migración sin precedentes desde el mundo rural al urbano; especialmente en regiones de África, Asia y América Latina. Actualmente más de la mitad de la población mundial vive en ciudades y los expertos confirman que ese “efecto llamada” del campo a las urbes se agudizará y para 2050, el 68% de la humanidad vivirá en ciudades.
La urbanización es una de las tendencias más transformadoras y desafiantes del mundo, ya que puede generar diversos retos de sostenibilidad relacionados con la vivienda, el medio ambiente, el cambio climático, la infraestructura, los servicios básicos o la seguridad alimentaria, entre otros.
Sin embargo, la urbanización también puede ser una herramienta esencial para el desarrollo sostenible, si se hace correctamente y garantizando que los recursos se planifiquen, diseñen, financien, desarrollen, gobiernen y administren adecuadamente.
Es importante, y para ello se crean celebraciones como la de hoy, fomentar la colaboración y así maximizar la capacidad de las urbes para generar empleo y riqueza y apoyar la diversidad y la cohesión social entre clases sociales, culturas, religiones…
Es necesario diseñar centros urbanos para vivir en los que se creen oportunidades, se permita la conexión e interacción y se facilite la utilización sostenible de los recursos disponibles.