Los motores de combustión, ya sean de gasolina o de gasóleo (diésel), emiten a la atmósfera grandes cantidades de gases contaminantes como el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos, además de las partículas. Además de ser gases contaminantes, los humos de los coches diésel (y los de gasolina en menor medida) son cancerígenos y carcinógenos, según la OMS (en esta web podemos leer un extenso artículo al respecto).
El gran problema en España es que disponemos de un parque de vehículos diésel enorme, y además gran parte de él es viejo, y los coches de hace 10, 20 o 30 años son mucho más contaminantes que los nuevos motores homologados. De esta rebaja de las emisiones y la menor contaminación de los nuevos coches diésel y gasolina tiene la culpa la norma Euro 6.
La norma Euro 6 reduce la contaminación de forma drástica
Un coche de 1970 contamina más que 100 coches nuevos fabricados en 2015. Esto es así, y los datos están para mostrarlo, ya que desde 1970 la regulación europea y mundial se ha preocupado de poner coto a las emisiones de gases y partículas, siendo preferente mejorar la combustión (hacerla más eficiente) y aumentar los filtros para contener las emisiones de gases de escape.
Como ya sabemos, los coches (los vehículos con motor de combustión, en general) pasan por un proceso de homologación de consumos y emisiones antes de poder salir a la venta, y entre otras cosas esas homologaciones tienen implicaciones en los impuestos que se abonan por cada vehículo. Pero si las emisiones no cumplen con una normativa específica y están limitadas, no hay posibilidad de comercializarlo. Esa normativa es Euro 6 y la explicamos sin mayor dilación.
La norma Euro 6 limita las emisiones máximas de los coches y entra en vigor en este mismo 2015, el pasado 1 de septiembre, pero en realidad es la segunda fase. La primera, la de homologación, es ya de 2014: desde el 1 de septiembre de 2014 todos los coches nuevos que se homologuen para vender en Europa tienen que cumplir con Euro 6. A día de hoy, todos los coches y furgonetas nuevos que se vendan y matriculen en Europa la deben cumplir.
Esta norma pone coto a las emisiones de gases y partículas, y estos son sus números:
Motor de gasolina
- CO (monóxido de carbono): 1,0 g/km
- HC (total de hidrocarburos): 0,10 g/km
- NOx (óxidos de nitrógeno): 0,060 g/km
- HC + NOx (hidrocarburos y óxidos de nitrógeno): 0,160 g/km (aprox.)
- PM (partículas en suspensión): 0,005 g/km
- P (número de partículas): 6×10^11/km (6×10^12/km durante tres años para los de inyección directa)
Motor diésel
- CO (monóxido de carbono): 0,50 g/km
- HC (total de hidrocarburos): 0,09 g/km (aprox.)
- NOx (óxidos de nitrógeno): 0,080 g/km
- HC + NOx (hidrocarburos y óxidos de nitrógeno): 0,170 g/km
- PM (partículas en suspensión): 0,005 g/km
- P (número de partículas): 6×10^11/km
Estos son, en resumen, los topes máximos permitidos en cuanto a emisiones, pero cada motor es diferente y puede tener, sin sobrepasar este límite, diferentes emisiones. Lo importante es que de forma progresiva se irá sustituyendo el parque de vehículos por motores menos contaminantes, y con suerte podremos ir eliminando de nuestras carreteras esos motores viejos y, sobre todo, con un mantenimiento deficiente que vuelcan a la atmósfera grandes cantidades de humos negros, contaminantes y carcinógenos.
Foto | frankieleon