Ante la llegada de los viajes de vacaciones, todos nos preocupamos por verificar que nuestro coche está en perfectas condiciones. Es algo que debemos hacer todo el año, pero parece que la importancia de un viaje de vacaciones justifica pasar y verificar estas variables que tan seguros nos hacen sentir.
Las más fáciles de hacer por nosotros mismos son mantener las presiones de los neumáticos en orden, verificar el estado de todas las luces, y limpiar la carrocería y los cristales, tanto los parabrisas como el resto (incluyendo los de los faros). Lo que ocurre es que verificar las presiones es tan fácil como poco fiable si no nos preocupamos de hacerlo bien, siguiendo los pasos básicos y un método para no tener medidas en falso.
El método para verificar tus presiones y que sean siempre correctas
Diseñar un método como este es lo más sencillo del mundo, pero hay que saber dos o tres cosas que a lo mejor no están al alcance de todo el mundo para no tener ninguna medida en falso. El primer consejo que te damos está fuera de la lista: hazte con un manómetro digital de calidad para tomar la presión actual de tus ruedas.
- Parte de una situación controlada: lleva el coche a un taller especializado y pide que verifiquen las presiones y corrijan lo que sea necesario. Ya te aviso que esta primera parte del método es un pelín laboriosa.
- Tan pronto salgas del taller con las presiones en regla, para un momento y, con tu manómetro digital, mide las cuatro ruedas (y no te olvides de la de repuesto, a menos que tengas una «galleta»). Anota los valores en tu libreta de a bordo (tienes una, ¿verdad?). Esos serán los valores de referencia, y te servirán para comparar con las medidas del punto siguiente.
- Ve a la estación de servicio más cercana. Si está algo lejos, deja que se enfríen los neumáticos y mide las presiones de nuevo, utilizando el manómetro de esa estación de servicio. Anota los resultados debajo de los del punto 2.
- Si no hay diferencias, estás de suerte y solo has de volver siempre a esa estación de servicio para controlar tus presiones. Medidas esporádicas con tu manómetro te indicarán si el de la gasolinera se está «descalibrando».
- Si no dan el mismo resultado que con tu manómetro, has de corregir la lectura del manómetro de la gasolinera. Ejemplo, si en tu manómetro te da 2,2 bares, pero en la gasolinera te da 2, has de conseguir una lectura en la gasolinera de 2,2+0,2 bares, es decir, 2,4. Eso, o has pinchado camino de la gasolinera.
- Realiza una medición y corrección como mínimo una vez al mes.
En el caso de salir de viaje, con mucha carga de equipaje, consulta el manual de tu coche para saber qué corrección a la presión has de poner según las medidas de tu neumático, y sigue las instrucciones a rajatabla. No olvides devolver la presión inicial a tus neumáticos una vez descargues el coche.
Mantener las presiones adecuadas es fundamental para garantizar tu seguridad y la de los ocupantes, para consumir el mínimo combustible posible, y para que tus neumáticos duren más y ofrezcan el máximo de sus prestaciones de agarre. Sigue nuestro método y podrás salir seguro, y tranquilo.
Foto | Denis Dervisevic