Durante los últimos días se ha hablado mucho en los medios sobre la homologación de los consumos y emisiones de los coches. Esta medición es un proceso técnico relativamente sencillo, que varía en función de la legislación de cada país, pero que en general afecta a todas las marcas y modelos.
Este es el proceso de homologación de los consumos de los coches
Partimos de un supuesto (o mejor dicho, una evidencia) que es que todos los coches consumen combustible, y todos los coches, salvo los eléctricos, lanzan emisiones contaminantes a la atmósfera, en mayor o menor medida. En el caso de los eléctricos podemos asumir que el combustible es la electricidad. Dependiendo de muchas variables físicas del vehículo (dimensiones y peso, neumáticos, cilindrada del motor, potencia…), unos coches y otros consumen y emiten de forma diferente, y en cantidades distintas, pero eso sí, siempre que cumplan la legislación vigente.
Dependiendo, a su vez, del tipo de recorrido habitual que se realice, obtendremos unos u otros consumos (no es lo mismo hacer un 95% de autovía, que hacer un 95% de carretera secundaria por la montaña), y la medición de emisiones será otra. Por ese motivo se diseñó hace ya mucho tiempo un ciclo de «conducción» estándar que se aplica a todos los coches, de forma que se pueda obtener una cifra de consumos y emisiones que no dependa del tipo de recorrido y del conductor, eliminando así las variables que más afectan al propio consumo. Se le llama ciclo NEDC, y te explicamos de forma resumida en qué consiste, y por qué no nos dice nada de nuestro consumo habitual, el del día a día (que será siempre más alto).
Este gráfico sobre nuestras líneas describe el proceso NEDC por completo. Para entenderlo en profundidad existen recursos en Internet (solo hay que buscar «ciclo NEDC»), por ejemplo aquí, pero básicamente vemos una gráfica de velocidad versus tiempo, y se interpreta como cuatro ciclos cortos simulando conducción en ciudad, y un ciclo algo más largo simulando la conducción por autovía.
Los ciclos cortos (puedes ver el primero en la esquina inferior izquierda del gráfico) simulan el arranque desde parado, una detención en un semáforo o un STOP, y en general vemos cómo se alcanzan los 50 km/h en el pico pequeño de la parte más alta de ese ciclo. En cuanto a la autovía, pues vemos una zona de 70 km/h, otra de 50 km/h (velocidad a la que no se puede circular a menos que haya un atasco o una retención), otra a 100 km/h y otra muy breve a 120 km/h.
Todas estas medidas son irreales en su totalidad, sobre todo por el tiempo medio que deducen que cada uno de nosotros circula a cada velocidad. En una ciudad de tamaño medio con circunvalaciones, este ciclo NEDC no sirve para nada.
Los consumos homologados obtenidos con el ciclo NEDC son difícilmente igualables en nuestro día a día porque se obtiene mediante el ciclo que describimos por encima, y se consiguen en un entorno controlado, sobre rodillos y sin que el viento ni las inclemencias afecten la dinámica del coche. Son mediciones de laboratorio y no son aplicables a la realidad.
Para terminar, recalcar que aunque en los últimos días se ha puesto en el punto de mira de la actualidad los consumos homologados, nada tiene que ver ese caso con el ciclo NEDC, sino con un software instalado en las centralitas de ciertos motores que, al detectar el inicio de un ciclo NEDC (o equivalente, como un ciclo para medir la contaminación) ponía el motor en modo de bajo consumo.
Foto | MIKI Yoshihito