El gigante Amazon presentó a finales de 2015 el primer prototipo de drone del proyecto “Prime Air” con el que prevé entregar paquetes a domicilio con estos aviones no tripulados. De ahí que desarrollara varios modelos de aviones no tripulados con los que llevar las compras a los clientes en menos de 30 minutos. Una experiencia piloto también soñada por otro grande, la cadena de supermercados Walmart. Así que todo apunta a que en el futuro, estos dispositivos conquistarán el cielo de las ciudades. De momento, Prime Air se está probando en varias ciudades de Estados Unidos, Reino Unido, Austria e Israel.
Pero junto a los drones, los robots de tierra también podrían conquistar las calles: Starship Technologies, compañía creada por los fundadores de Skype (Ahti Heinla y Janus Friis), acaba de iniciar una prueba piloto con autómatas de seis ruedas en Londres, Berna, Düsseldorf y Hamburgo (y próximamente en Estados Unidos). Lo ha hecho de la mano de Just Eat, la empresa más grande de reparto de comida, las alemanas Hermes y Metro Group y una startup londinense llamada Pronto.co.uk.
Starship ha estado probando los robots en 12 países en los últimos nueve meses, tiempo en el que han recorrido cerca de 8.000 kilómetros y entregaron alimentos a 400.000 personas sin que se produjera ni un solo accidente, explican sus creadores. “Ahora, vamos a desarrollar los conocimientos técnicos con servicios de entrega robóticos reales”.
En las pruebas de ahora, los robots solo realizarán repartos en un radio de 3-5 kilómetros. Se desplazan de forma autónoma -a una velocidad máxima de 6,5 kilómetros por hora- pero el recorrido está supervisado por humanos en un centro de control.
Cuando llega el pedido al domicilio, los usuarios teclean un código que previamente se les ha enviado para que puedan abrir y coger la compra. ¿Qué tiene para evitar robos? Una cámara de vídeo y GPS, para detectar en cualquier momento si se sale fuera de la ruta determinada.