Las ciudades, sobre todo las grandes, están en el punto de mira del desarrollo sostenible y de gran cantidad de iniciativas para hacer de estos grandes centros urbanos más amigables con el medio ambiente. Los frentes abiertos son numerosos, desde los cambios necesarios en la infraestructura para conseguir una mejor gestión de aguas, residuos y tráfico, pasando por las soluciones tecnológicas para mejorar el tráfico de vehículos y personas, hasta las soluciones para edificios, convirtiéndolos en unidades más eficientes y capaces de comunicarse con el resto de la ciudad.
En esos edificios, existe una zona que tradicionalmente se queda sin uso práctico más allá de instalar aparatos de aire acondicionado o antenas para TV, y son las azoteas. Cuanto mayor es el edificio, más espacio sin aprovechar queda en las azoteas, y a raíz de esto surgen las iniciativas de «azoteas verdes», o azoteas ecológicas con un objetivo: reconvertir esos espacios en zonas verdes, con muchos beneficios inmediatos.
La definición de azotea verde:
Un sistema de azotea o techo verde es una extensión de la cubierta existente que consiste en un sistema de aislamiento del agua de alta calidad, que incluye además una capa repelente de raíces, un sistema de drenaje, filtros de tela, un medio para crecimiento ligero y plantas.
Digamos que una azotea verde se puede simplificar como una zona verde situada en esa parte del edificio. Para acondicionar una zona verde allá arriba es necesario transformar el suelo para añadir las capas necesarias para que el crecimiento de las plantas no deteriore la estructura, de ahí que sea necesario contar con el drenaje suficiente, el aislamiento ante fugas de agua, una capa que no puedan atravesar las raíces (repelente) y otros elementos menores.
Este concepto de techos verdes no es nuevo. En Alemania ya existía un mercado de 500 millones de marcos en 1994, que creció rápidamente hasta los 700 millones en apenas tres años. En 2001 ya existía 13,5 millones de metros cuadrados de techos verdes en el país. No solo hablamos de azoteas de edificios en las grandes ciudades, sino que cualquier vivienda puede acondicionar su espacio disponible y conseguir el beneficio de esa zona verde «privada».
Los beneficios de estas zonas son claros, y extraemos unos cuantos de los que enumeran en la web GreenRoofs, dedicados a la divulgación y la promoción de esta industria en los EE.UU:
- Mejoran la estética de los edificios.
- Mejoran la gestión de residuos.
- Mejoran la gestión de las aguas procedentes de la lluvia, mediante la absorción del suelo y el aprovechamiento de la misma por las plantas.
- Mejoran la calidad del aire.
- Ayudan a mitigar las altas temperaturas en verano, y las bajas temperaturas del invierno en los edificios, y en las ciudades por extensión.
- A nivel individual (en viviendas unifamiliares por ejemplo), reducen el consumo energético gracias a ese aislamiento extra que proporcionan.
- Reducción del ruido.
- Incrementan la biodiversidad a nivel local.
- Favorecen la creación de huertos urbanos.
- Permiten aumentar la oferta de empleo local, puesto que los jardines y azoteas verdes necesitan mantenimiento.
Más información | GreenRoofs
Fotos | Ian Sane, kafka4prez