La Navidad probablemente haya hecho estragos en tu dieta y también en tu cartera. Entre los regalos y el tiempo de ocio, tu cuenta bancaria se ha resentido, y encima llegan las rebajas. Toca apretarse el cinturón y activar el modo ahorro con acciones sencillas al alcance de todos.
Dejar de fumar o reducir el consumo de tabaco. Es uno de los propósitos clásicos de Año Nuevo y puedes lograrlo con fuerza de voluntad. Así le haces un favor a tu salud y te ahorras mucho dinero al año, haz la cuenta y verás. Si no tienes este hábito, puedes reducir las comidas y cenas fuera de casa, además de notarlo tu bolsillo, probablemente tu dieta sea más sana y frugal. No consiste en renunciar a estar con los amigos, sino en disfrutar de su compañía en casa.
Vende cosas que no utilizas. Decídete de una vez a ordenar armarios, cajones, sótano… y lo que se pueda reutilizar, antes de tirarlo a la basura, véndelo en algunas de las plataformas de internet dedicadas a la compra-venta entre particulares. Ganas espacio y dinero.
Revisa tu plan de pensiones o plan de previsión asegurado. Cuando contratas alguno de estos productos se recomienda revisar cada seis meses la evolución del fondo en el que se ha invertido el dinero para ver si marcha bien, regular o mal. Si es esto último, puedes trasladar los ahorros a otro plan de pensiones sin coste alguno (incluso si es de otra entidad).
Utiliza comparadores online. La cesta de la compra varía mucho en función del supermercado en el que adquieres los productos. Aplica la misma recomendación para vuelos, seguros, luz, móviles, coches, hoteles… En dos palabras: compara precios, aunque sea offline.
Recurre a webs de consumo colaborativo. Se trata de compartir para aprovechar recursos y ahorrar en gastos, coche, casa, comidas… Para ello solo necesitas confianza en los otros usuarios. Y estarás contribuyendo al consumo sostenible y responsable.
Organiza tus ingresos y gastos. Bien de la forma tradicional con un cuaderno, bien con una aplicación para smartphone o tableta. No importa cuál de los dos soportes elijas con tal de que te aclares con las cuentas y te hagas una idea de cuánto desembolsas cada mes con un balance.
Compra marcas blancas. Esto no significa que sean de peor calidad, incluso pueden ser mejores.
Contrata un experto en planificación financiera. Acude a una empresa para que analice tus finanzas, patrimonio, jubilación y te asesore a la hora de invertir, reducir gastos, aprovechar las ventajas fiscales… Todo en función de tu situación y necesidades.
Toma frutas y verduras de temporada. Es una manera de reducir la factura de la compra, ya que su precio es más bajo y, de paso, te alimentas mejor porque su valor nutricional también lo es.
Baja la factura de la luz con bombillas LED. Aunque la inversión inicial puede ser considerable, las de este tipo consumen mucho menos y esto supone un ahorro considerable al mes. Una LED de 9W ilumina igual que una convencional de 60W.
Utiliza el transporte público. Es una opción con la que ahorras en gasolina y ayudas a cuidar el planeta.
Foto: Philip Taylor