La Universidad Católica de Ávila acaba de celebrar la XIX edición del ciclo de Conferencias de su Cátedra CESVIMAP, el Centro de Experimentación y Seguridad Vial de MAPFRE, y, en ella, se ha hablado de futuro. Más exactamente de un futuro verde, electrificado y en el que el conductor será “equipamiento opcional.”
Una jornada en la que se analizó el parque de vehículos actual y en la que se habló de que el modelo de negocio podría cambiar de forma radical por el uso (coche eléctrico, autónomo, compartido y conectado) y el marco legal (legislación medioambiental). Tendería hacia el rejuvenecimiento del parque de automóviles, con la positiva consecuencia para el sector de la venta y la posventa y para el Medio Ambiente.
La utilización de automóviles híbridos, eléctricos puros y de pila de hidrógeno, como ha señalado Javier Arboleda, service senior manager de Hyundai, se traduce en la mejora en autonomía, repostaje rápido, escalabilidad al tamaño del vehículo, emisiones cero y en una alta eficiencia energética; ya que en sí misma, es una fuente de energía (el propio coche es un generador).
Además, como ha destacado José Luis Gata, responsable de Mercado de Posventa de Solera, en su ponencia ‘¿Futuro envejecimiento del parque de vehículos?,’ el futuro se presenta tecnológico, verde y bajo las cada vez más estrictas normativas medioambientales. Si se retiraran los vehículos de más de 15 años (más de 11,6 millones de vehículos, según estimación de Solera) esto repercutiría positivamente en el medioambiente.
Además, se ha analizado la tendencia cada vez más marcada de los vehículos autónomos y el enfoque de que los sensores son como los sentidos del automóvil. Para ello Fernando García, profesor visitante de la Universidad Carlos III de Madrid buscó dar respuesta a preguntas como ¿es el coche autónomo ciencia ficción? o ¿podrá realizar todas las tareas sin intervención humana?
Una realidad actual que seguirá evolucionando, ya que las motivaciones para su desarrollo son evidentes: reducir ese 1,4 millones de personas fallecidas en todo el mundo por accidentes. De hecho, es la principal causa de mortandad entre los 5 y 29 años; el 93% de los fallecimientos está relacionado con errores humanos.
A lo que se suman otros beneficios de la automatización como el uso eficiente de las infraestructuras y del tiempo, la mejora de la productividad, un acceso al transporte sin restricciones y la generación de nuevos modelos de negocio.