Todo el mundo sabe, o debería saber, que los niños han de viajar con el correspondiente Sistema de Retención Infantil cuando se desplazan en un vehículo, y siempre que cumplan los requisitos para ello. A estos SRI los llamamos de manera familiar “sillitas”, y a la hora de la verdad, las dudas se multiplican cuando tenemos que elegir un modelo, cuando tenemos que colocarlo o cuando hay que sustituirlo porque el niño crece.
Además, el Reglamento General de Circulación (RGC) cambia y dichos cambios pueden pasar desapercibidos para muchas personas, al igual que las normas y obligaciones al respecto, y las multas y sanciones que pueden tramitarse en caso de circular sin sillita, o que esté mal colocada y por tanto que ponga en peligro la integridad del menor. Intentaremos resumir aquí las dudas más frecuentes y sus soluciones.