La edad del automóvil es ya bastante respetable, nada menos que 130 años han pasado desde que Karl Friedrich Benz se presentó en 1886 con el modelo Benz Patent-Motorwagen, en Mannheim. Es posible que sea el primer automóvil con motor de combustión interna completamente funcional, aunque es lógico pensar que antes de ese hubo muchos intentos, y de hecho podemos encontrar artefactos a vapor una década antes, funcionales y recorriendo grandes distancias.
En aquéllos tiempos los automóviles eran la evolución lógica del carruaje tirado por caballos: “transportes” con cuatro ruedas que en vez de tracción animal, disponían de un ingenio mecánico alimentado por combustible, capaz de mover las ruedas y, por tanto, transportar personas más tiempo, más lejos… aunque no es seguro que más cómodos. A partir de la década de 1910 se empiezan a ver modelos de coche propiamente, cuando el Ford modelo T se hizo realidad y la cadena de montaje revolucionó el mundo para siempre.