En el terreno tecnológico, ya comprobamos cómo el 2014 fue el año del despegue de los wearables, esos pequeños gadgets de uso personal que se afanan por registrar la mayor cantidad de datos sobre nuestra actividad, para luego mostrarnos nuestras evoluciones en gráficos más o menos elaborados y contribuir a mejorar nuestra forma física. Esta nueva moda tecnológica se puso de manifiesto las navidades pasadas, cuando gran cantidad de regalos fueron las “pulseritas para hacer deporte”.
En este terreno, el de la tecnología aplicada a los hábitos de las personas, todavía queda mucho recorrido, y hemos de asistir, con el tiempo, a wearables que nos informen de las más insospechadas situaciones, incluso, de un posible problema cardíaco. Esto último es claramente útil e importante para la vida de las personas. En el pasado CES en Las Vegas, se hizo especial énfasis en todas las tecnologías de wearables, incluyendo a los relojes inteligentes, y muchos otros aparatos, como estos que vamos a comentar, para corregir la postura tanto sentados como de pie.