El sector asegurador en España ha demostrado su solidez y solvencia en el periodo de recesión económica. En 2013, su contribución al PIB supuso un porcentaje importante del 5,5 %. Pero como a muchos otros, también le ha afectado este contexto de crisis. Y la perspectiva para este año sigue sin lograr el rumbo deseado, aunque hay razones para un «moderado optimismo», según el informe anual sobre el mercado de seguros elaborado por la Fundación MAPFRE.
Para 2014, se vislumbra una ligera mejoría, ya que se está iniciando una fase de recuperación en la economía española y eso estimulará el ahorro de las familias.
Situación del ramo de Vida
Un factor determinante en el ramo de Vida, en el que se espera la proliferación de los PIAS (Planes Individuales de Ahorro Sistemático) como productos de ahorro a medio-largo plazo, debido a la baja rentabilidad de los depósitos bancarios, la mayor estabilidad de los mercados financieros y un aumento de la concienciación en la necesidad de ahorrar para la jubilación.
Los PIAS, según datos de Unespa del primer semestre de 2014, han crecido en un año un 41,29 %, con un patrimonio (ahorro gestionado) de 5.295 millones de euros, y 1,02 millones de clientes, el 32,6 % más que en junio de 2013.
Situación del ramo de los seguros No Vida
En el ramo de los seguros No Vida, la previsión es optimista, debido a «un mayor saneamiento de las cuentas públicas, al desapalancamiento del sector privado y a la fluidez del crédito”. Se prevé un incremento en la contratación de seguros de autos, pero el volumen de primas seguirá cayendo aunque a un ritmo menor que en 2013, según el informe de la Fundación MAPFRE.
En los seguros Multirriesgos, las medidas acometidas por el Banco Central Europeo para estimular el crédito bancario, favorecerán a largo plazo la emisión de primas, destaca el informe.