Las furgonetas son la herramienta de trabajo de millones de trabajadores asalariados o autónomos. Del total de vehículos, unos 31 millones a finales de 2012, un 7 % son furgonetas (casi 2,3 millones), un 70 % turismos, un 9 % camiones y otro 9 % motocicletas. Las prisas que se generan por el cumplimiento de los horarios, o el número de horas al volante son algunos de los factores que pueden propiciar que la mayoría de los siniestros se produzcan por culpa de los conductores de furgonetas (56,6 %) frente a los de turismos (40,9 %).
Los datos del informe de 2013 “La seguridad de las furgonetas: situación actual y propuestas de acción”, de FUNDACIÓN MAPFRE, dejan claro que las furgonetas tienen más riesgo de sufrir un siniestro: ese año, un 13 % de los turismos dieron un parte por un siniestro con terceras partes implicadas frente al 21 % de las furgonetas, lo que eleva el riesgo un 62 %.
Evitar los accidentes de estos vehículos es una prioridad para la DGT, ya que en 2014 se duplicó el número de fallecidos en furgonetas, pasando de los 52 en 2013 a los 100 en 2014. El exceso de velocidad fue la principal infracción cometida por los conductores de estos vehículos, que tienen un límite máximo de 90 kilómetros por hora en autovías y autopistas. Le siguen no haber pasado la ITV en la fecha correspondiente, carecer del seguro obligatorio, documentación irregular, no llevar puesto el cinturón, exceso de peso o carga y positivo en el control de alcohol/drogas.
La edad del conductor es un factor clave: los menores de 26 años tienen hasta un 72 por ciento más riesgo de sufrir un siniestro con terceras partes implicadas. El informe advierte, además, de la preocupante antigüedad del parque de furgonetas, con un 26 % con más de 20 años. Este factor en los turismos duplica el riesgo de fallecer en un siniestro, lo que puede extrapolarse a las furgonetas.
Foto: Spanish Coches