Todos, o casi todos, tenemos al alcance de la mano dispositivos electrónicos tales como smartphones, tablets u ordenadores portátiles que utilizamos en momentos de ocio, o para trabajar, hacer compras, etcétera.
Por medio de esos usos, con el tiempo, vamos acumulando datos personales sensibles, desde contraseñas para múltiples servicios, hasta fotos y vídeos familiares, o documentos que son privados. ¿Qué sucede cuando vendemos dichos dispositivos? ¿Podemos eliminar todos nuestros datos con seguridad?
Aunque parezca una pregunta rozando la obviedad, muchas personas se deshacen de sus dispositivos electrónicos sin tomar las debidas precauciones a la hora de borrar y eliminar por completo los datos y aplicaciones que contienen.
Riesgos de exponer nuestros datos
Esto puede conllevar serios problemas. Basta con no realizar un borrado seguro de la información del dispositivo antiguo para que las credenciales almacenadas en el navegador, por ejemplo, sigan memorizadas.
Si es el caso, el comprador de nuestro dispositivo podrá acceder a nuestras cuentas. Lo podrá hacer simplemente utilizando las credenciales que se insertan automáticamente gracias a la función de autoguardado. De esa manera, los accesos a los perfiles de redes sociales, al correo electrónico o a cuentas de juegos online y eCommerce están al alcance de cualquiera. Si esa persona tiene malas intenciones, estaremos en problemas.
Para empezar, si no eliminamos completamente nuestros datos, facilitaremos que con el acceso libre a nuestras cuentas lícitas estas puedan ser aprovechadas para cometer delitos (el conocido phising). Además, si en su día memorizamos nuestras tarjetas de crédito, por supuesto, pueden ser utilizadas sin nuestro consentimiento.
La Oficina de Seguridad del Internauta nos cuenta qué otros problemas podemos tener:
- Ser víctimas de Ingeniería Social. Estaríamos expuestos a que detalles de nuestra vida personal o profesional se utilicen sin permiso, incluso a partir de conversaciones privadas o mediante suplantación de identidad (o de la de nuestros contactos). Nuestros datos bancarios y de las tarjetas estarán expuestos (aquí te explicamos cómo proteger la información de nuestra tarjeta de crédito), así como otros temas como nuestros gustos, nuestras rutinas o nuestros lugares favoritos.
- Sufrir el robo de información personal: de las credenciales de todas las cuentas y servicios que utilizamos; números de teléfono, emails, direcciones de otros contactos…
- Ser víctimas de secuestro y chantaje.
Para evitar estos problemas y no correr riesgos innecesarios, antes de deshacernos de cualquier dispositivo de uso personal debemos realizar un borrado a conciencia de todos los datos. Además, es recomendable realizar un cambio de contraseña en todos nuestros servicios de uso habitual.