En España, entre el 12% y el 15% de la población sufre cefaleas, una enfermedad crónica que en muchos casos puede llegar a incapacitar a la persona y perjudicar su rutina diaria, incluyendo la conducción. Las cefaleas son un riesgo para la seguridad vial porque en su versión severa (migrañas), pueden provocar problemas de visión, disminución de la movilidad y falta de sensibilidad en la mano o pierna. Todo esto contribuye a la sensación de peligro y a que, realmente, estemos hablando de un riesgo real para la conducción.
Sin embargo existen claves sencillas para prevenir y disminuir el riesgo al volante si sufrimos migrañas y cefaleas. En primer lugar es importante no automedicarse y hablar con el médico, informarse a la perfección sobre la dosis y la periodicidad en las tomas del medicamento o sobre cómo afecta la medicación a la hora de realizar tareas complejas como conducir (si provoca somnolencia o influye negativamente en los reflejos).
La forma de sentarnos y la posición del cuerpo es fundamental si sufrimos habitualmente cefaleas, así que conviene tener muy presente que hay que sentarse lo más cómodo posible, sin mantener la espalda o el cuello en tensión, colocando adecuadamente el respaldo, el refuerzo lumbar, la altura del asiento y la distancia al volante y pedales, el reposacabezas y los retrovisores. Con una mala postura tendremos zonas en tensión y acabaremos sufriendo molestias musculares y, seguramente, una cefalea o una migraña.
El impacto de la cefalea en números
Las estadísticas señalan que entre un 12% y un 15% de la población española sufre cefalea o migraña de manera crónica, y de ellos, el 86% de los afectados ve la conducción como un riesgo. Por otro lado, el dolor de cabeza más típico, la cefalea tensional, la sufre entre un 40% y un 80% de la población, aunque su dolor es diferente, menos intenso y no supone un riesgo tan elevado.
Las mujeres de entre 30 y 50 años son las más afectadas por las migrañas, una enfermedad que sufre entre el 11% y el 22% de la población. El 42,6% de los afectados deben dejar de conducir y parar el vehículo, mientras que el 26,8% directamente no cogen el coche.
La mayoría ven las migrañas como un riesgo para la conducción, y en concreto las migrañas con aura, que provocan mayor trastorno como problemas de visión, o entumecimiento de piernas y brazos. El 40,3% de los afectados por migrañas con aura buscan un área de descanso, mientras que el 20,8% llama a un familiar o un amigo en busca de ayuda, y el 26,4% detiene su vehículo en el arcén de forma temporal hasta que se alivian los síntomas.
Los medicamentos, clave para mitigar los efectos de las cefaleas
No todas las cefaleas tienen los mismos síntomas, y de hecho cada persona las sufre de manera diferente. Los fármacos más utilizados por los pacientes son el objeto del estudio del grupo de Neurología de la Asociación Española de Especialistas en Medicina de Trabajo (AEEMT) y la Asociación Española de Pacientes con Cefalea (AEPAC), en colaboración con la Fundación MAPFRE.
Conocer las implicaciones que sus efectos adversos tienen en la conducción va a ayudar a mejorar los tratamientos, a informar más y mejor a los conductores y a que la prevención de riesgos a la hora de conducir sea más efectiva. Siempre que un conductor esté correctamente informado, podrá reducir o llegar a eliminar los riesgos en la conducción. El informe se ocupa además de una cuestión muy importante, que es la actitud de los propios pacientes frente a los efectos adversos, si se los toman como riesgo potencial o no, y si consideran útil disponer de esa información de primera mano.
Más información | Revista Fundación MAPFRE (Marzo 2013, sección Seguridad Vial)
Foto | Sarah G.