En los últimos años, han proliferado las cámaras pensadas para instalar en un vehículo, también conocidas como dashcam (cámara de salpicadero). Suelen fijarse en el salpicadero o en el parabrisas o, a veces, también en la parte trasera del automóvil. Este tipo de dispositivos permiten capturar todo lo que sucede tanto dentro como alrededor del coche.
En muchos países su utilización es legal, pero en algunos, como Austria y Suiza, las dashcams están prohibidas. Por el contrario, en Rusia son obligatorias. Actualmente no existen reglas comunes que rijan su uso en la Unión Europea.
¿Se puede montar una dashcam para que grabe continuamente lo que pasa sin atentar contra la privacidad? Con ese uso en un vehículo aparcado, el propietario podría saber quién le raya el vehículo en su ausencia o se podría poner cara a los delincuentes que lo intenten robar.
Basándose en la normativa de la Unión Europea de protección de datos, en España la grabación continua de imágenes en lugares públicos es competencia exclusiva de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así que está prohibido porque infringe la ley de protección de datos.
En cambio, esta grabación de un espacio público sí sería posible si la cámara se activa puntualmente en caso de producirse un suceso concreto, por ejemplo, para que quede constancia de un accidente de tráfico, según el Reglamento Europeo de Protección de Datos. Justificando su uso y proporcionalidad, estas imágenes podrían utilizarse en un juicio, pero nunca para compartir en internet o redes sociales sin el consentimiento expreso de quienes aparezcan en el vídeo.
Cuando grabas imágenes y no salen de tu ámbito privado, esto es, las vas a utilizar para un uso doméstico, también está permitido, no se comete ninguna ilegalidad. Independientemente de la grabación, por lo que sí te pueden multar es por la manipulación de la dashcam al volante, al igual que si fuera el GPS, por la distracción que supone para el conductor.
Foto: ThiEYE