Como usuarios, necesitamos un duplicado de SIM de nuestro smartphone en ocasiones contadas. Normalmente, será por el deterioro de esta tarjeta sin la cual no es posible disponer de línea telefónica, ni acceder a la red de datos fuera de casa.
Hay que aclarar que sí podemos utilizar el smartphone sin tarjeta SIM: basta con conectarse a una red WiFi para poder utilizar las aplicaciones (incluso WhatsApp, que solo necesita la SIM para su activación). Si nos paramos a pensar, la SIM la utilizamos menos de lo que creemos. ¿Para qué querrían hacer un duplicado los delincuentes?
La razón principal de que un delincuente quiera disponer de una copia de nuestra tarjeta SIM es poder acceder a los servicios que necesitan de dicha tarjeta para funcionar. Por ejemplo, las redes sociales.
Si se dispone del número de teléfono de la persona a la que suplantar, es posible acceder a su perfil de Twitter y enviar mensajes en su nombre (cosa que le sucedió al mismísimo CEO de Twitter, por cierto).
Otro objetivo más lucrativo es conseguir autorización para realizar compras online, ya que en muchos casos se envía un código de verificación al móvil para terminar el proceso. Este es un argumento suficiente para que los delincuentes se empleen a fondo en conseguir nuestra SIM.
¿Cómo obtienen el duplicado de SIM?
Cuando uno solicita un duplicado de la tarjeta SIM ha de pasar un proceso que implica confirmar los datos personales, sobre todo el documento de identidad , para probar que somos los titulares de la línea. Solo pueden solicitar duplicados los titulares. Al recibir la nueva SIM y activarla, la antigua queda desactivada.
Para conseguir ese duplicado, el delincuente se empeñará en conseguir nuestros datos personales por cualquier medio a su alcance. La Oficina de Seguridad del Internauta nos da varios métodos por los que tratarán de conseguirlos. algunos de los más importantes son:
- Mediante phishing a través de un email, SMS, mensajes de chat…
- Al comprar en tiendas online fraudulentas, en las que nos piden gran cantidad de información privada innecesaria para la transacción.
- A través de encuestas virales fraudulentas en redes sociales y mensajería instantánea.
- Por nuestras redes sociales si en ellas hemos publicado información personal sin tener controlado quién está accediendo a nuestras publicaciones.
- Descargando aplicaciones móviles distribuidas fuera de los mercados oficiales.
- Cuando nos registramos en servicios web de dudosa reputación o con políticas de privacidad ilegales.
Si sospechamos que nuestra SIM puede haber sido duplicada, la manera de proceder sería, principalmente, comprobar cargos en el banco de los que no sepamos nada. También nos puede dar una pista de que nos han suplantado si, de repente, dejamos de tener cobertura normalmente.
Sea el caso que sea, debemos contactar con la operadora para dar parte de la situación y, en caso de que se confirme el fraude, interponer una denuncia ante las fuerzas de seguridad del estado.