Comprar por Internet es tan seguro como deseemos. Tan solo hemos de ser prudentes y seguir unos cuantos consejos y directrices de seguridad para disfrutar de las comodidades del comercio electrónico, una modalidad de compra en auge y que todavía dista mucho de tocar techo.
Como en tantos otros temas de índole tecnológica, comprar por Internet es sencillo si estamos informados, mientras que si no lo estamos, se convierte en una especie de mundo oscuro y hostil que nos puede llevar a una estafa, un robo, un timo… Todo esto tiene más de mito que de realidad, pero hemos de establecer unas bases para que cualquiera se sienta cómodo y seguro navegando por el océano de tiendas online disponibles.
Dónde no comprar por Internet
Es más sencillo entender dónde no debemos comprar a través de Internet, que describir las tiendas en las que sí podemos hacerlo con total seguridad. Eso es así porque lo fácil es aconsejar a los compradores que vayan a sitios de gran renombre, cuando así estaríamos perjudicando a los miles de emprendedores que, de forma honrada y con las mismas garantías de seguridad, se buscan la vida.
Vamos a ver los casos en que no es aconsejable comprar:
- Si no tienen aviso legal, ni teléfono de contacto (real), ni dirección física… En general, si ocultan información que nos podría ser útil en caso de error o disconformidad.
- No te fíes de las ofertas que te llegan por correo electrónico y que te llevan a páginas que no conoces, sin saber cómo han dado con tu dirección. Y menos aun si son ofertas «increíbles».
- Escapa de las fórmulas mágicas: no es verdad que te vayan a vender un iPhone último modelo tirado de precio solo porque se hayan perdido los precintos de las cajas.
- Si no conoces una tienda online y no investigas, estás cometiendo un error. Antes de hacer nada, busca en Internet información sobre experiencia de compra (por ejemplo, en Google podemos buscar «es seguro comprar en «nombre de la tienda» y así saldremos de dudas). Ten en cuenta también que, si lo primero que encuentras es negativo, debes seguir buscando hasta reunir unas cuantas opiniones, y valorar a partir de ahí. Si solo encuentras cosas negativas… escapa.
- Si no es posible devolver el producto, o es harto complicado, busca otra tienda. No vale la pena el riesgo (y si es un negocio fraudulento, ten por seguro que no quedarás satisfecho).
- A la hora de pagar, verifica que la dirección web en el navegador comienza por «https«. Si no lo hace, no es seguro introducir los datos de pago.
- La variedad de métodos de pago es buena señal. Si solo se ofrece una alternativa, lo normal es que desconfíes. Ojo, el pago mediante tarjeta de crédito es seguro si se cumplen todas las normas de seguridad y si se hace a través de una pasarela de pago conocida y verificada, además de a través de conexión segura (recuerda el «https«).
Lo normal es que en las grandes tiendas online pongas toda la confianza en su seguridad. Eso sí, protégete de engaños como el phishing, prestando mucha atención a tus correos electrónicos, no desvelando las contraseñas en lugares no seguros, y cambiando la contraseña a menudo desde la propia página de la tienda.