En verano le damos muchas vueltas al tema de la carretera secundaria y su casuística, porque en verano circulamos más tiempo por carreteras secundarias. Si nos vamos a la playa o a la montaña, o simplemente al pueblo a pasar unos días, será ese tipo de carretera la que más transitaremos, y por tanto, donde nos encontraremos con sus riesgos.
Como es lógico, las carreteras secundarias se pueden disfrutar mucho, pero hemos de tener en cuenta estudios como este que os presentamos a continuación, en el que se pone de manifiesto la relación entre animales sueltos y siniestralidad. Seguro que te interesa leer sobre ello.
Cada año en España, 14.000 accidentes involucran animales sueltos
Lo peor que le puede pasar a un conductor es que se encuentre, de repente, con algo inesperado y frente a lo que no sabe reaccionar correctamente. La precaución nos puede ayudar a afrontar estos imprevistos de la mejor manera, pero hasta el más pintado se relaja, algo, cuando circula por las bellas carreteras nacionales de nuestro país. Sobre todo, por las que cruzan los parajes más bonitos.
Precisamente esa combinación de naturaleza y conducción por carretera nos lleva al tema en cuestión: ¿qué sucede si nos encontramos un animal cruzando la carretera, o parado sobre ella, cuando viajamos por carretera? Depende mucho del conductor, del animal y del entorno. Podemos ver un conejo cruzar disparado por delante de nuestro coche, o nos podemos encontrar un rebaño de vacas ocupando parte de la calzada.
Esas situaciones son, dentro de lo que cabe, suaves. Otras, no tanto. Un jabalí suele ir seguido por más animales, y si vemos pasar uno, posiblemente vengan otros detrás y nos arriesguemos a un impacto lateral. En las inmediaciones de pueblos y aldeas suele ser frecuente ver perros deambulando sin rumbo fijo, y son una fuente importante de incidentes.
Atentos a estos datos que encontramos en Circula Seguro:
En primavera y otoño es cuando más accidentes suelen producirse con animales, sobre todo al atardecer y durante la noche, cuando muchos se deciden a buscar comida y cruzar las carreteras. En España se producen unos 14.000 accidentes al año causados por animales. Galicia, Castilla y León, Aragón y Cataluña son las comunidades autónomas que más accidentes registran.
Los peores momentos son, curiosamente, los que coinciden con el inicio de muchos viajes, o su finalización. La mejor manera de evitar en lo posible cualquier incidente es mediante la precaución. Es el argumento manido de siempre, pero es el realmente efectivo. Conducir con la atención puesta en cualquier imprevisto de carácter animal, con las luces encendidas, en buen estado, y circulando en «la zona segura».
La zona segura se refiere a que la velocidad a la que circulemos debe permitirnos ver cualquier obstáculo dentro de nuestro campo visual en la total oscuridad. Es decir, no podemos circular seguros a una velocidad tal que no podamos reaccionar «dentro» del espacio que delimitan nuestras luces.
Si el tiempo de reacción medio es cercano al segundo, pongamos que no es seguro recorrer más metros de los iluminados en un segundo, porque no nos daría tiempo a reaccionar si nos encontramos «de sopetón» con un obstáculo. La próxima vez que te plantees viajar por carretera, mucho ojo con la posibilidad de animales sueltos.¡Haz caso a las señales!
Foto | Rosseana McBain