Desde que comenzó el auge de Internet, allá por mediados de la década de 1990 cuando por fin la red de redes llegó a los hogares de toda España, hemos ido estableciendo nuestra identidad digital con cada paso que dábamos: crear una cuenta de correo, abrir un perfil en redes sociales, subir fotos a una cuenta protegida, suscribirnos a las newsletters, miles y miles de conversaciones, y todo un historial de navegación detrás.
De todos esos datos, unos son más sensibles que otros. Por ejemplo los nombres y apellidos, la dirección postal, el número de teléfono o cualquier dato que esté relacionado con un menor es sensible y es un dato a proteger de usos indebidos. Para proteger esos datos y nuestra identidad digital existen varias vías, y una de ellas también es borrar todas nuestras huellas digitales. ¿Cómo se hace?
Antes de nada, hablemos de las opciones de privacidad
Nunca es tarde para repasar las opciones de privacidad que estamos utilizando en la red. Las redes sociales, por ser los servicios más extendidos en el ámbito doméstico, proporcionan un nivel de privacidad bastante aceptable para usos normales que, por otro lado, no está tan al alcance de todos. Es una opción que existe, pero que hay que ir a buscar, y hay que configurar.
No desconfiemos de la política de privacidad de redes como Facebook (ahora explicamos por qué). Lo que tenemos que procurar es seguir las directrices de seguridad básica como las que nos cuentan en este enlace, y sobre todo actuar con sentido común: pensemos en las redes sociales como si fuesen la vida real. ¿Damos nuestra dirección a cualquiera por la calle? ¿Le regalamos nuestras fotos a las personas que desconocemos? Ni siquiera compartimos todas las fotos con nuestros amigos, familiares y allegados, ¿por qué hacerlo en la red?
Esta es la razón principal para confiar en las políticas de privacidad: disponer de una política de privacidad personal que nos blinde ante cualquier fallo que no controlamos. Si nosotros no proporcionamos jamás información sensible a un tercero, siguiendo las normas de seguridad más básicas podemos estar completamente tranquilos.
Pero, ¿y si queremos empezar de cero y eliminar nuestra identidad digital?
En caso de que deseemos empezar de cero, hoy en día es posible eliminar todas las huellas que hemos dejado a lo largo de los años en la red. Para esto también hay varias alternativas, desde hacerlo nosotros mismos (no recomendable por la inmensidad de la tarea), contratar servicios externos (suelen ser bastante poco asequibles en términos económicos), o disponer de un seguro de hogar que te permita esa posibilidad, como es el caso del Seguro de Hogar MAPFRE.
Este es un servicio sin coste para los clientes de MAPFRE que tengan contratado su seguro de hogar, y en 20 días pueden disponer de una vida digital completamente nueva. Un servicio externo que haga esas tareas puede llegar a costar hasta 40 euros por aparición eliminada, así que para todos aquéllos que quieren empezar de cero, o eliminar una parte de ese pasado que no desean continuar, el seguro de hogar es la mejor opción posible.
Cerca de mil clientes de MAPFRE han solicitado eliminar su huella digital y reforzar su protección en 2015, y sobre todo evitar el acoso digital a los menores. En los supuestos de violencia digital a los menores, MAPFRE incluye gratis en su seguro de Hogar la posibilidad de emitir una certificación que podrá ser usada cuando se presente una denuncia.