Aunque el consumo de tabaco en el mundo ha disminuido considerablemente desde el año 2000, según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS) en un informe, esta adicción sigue provocando la muerte de unos 6 millones de personas en todo el mundo cada año. Algunos tratamientos consisten en reducir el consumo de forma progresiva hasta eliminarlo del todo. Dejarlo por completo es lo ideal porque incluso fumar uno solo al día es perjudicial para la salud, según un informe, publicado en The British Medical Journal, basado en el análisis de 141 estudios.
Los investigadores concluyen que “fumar solo un cigarrillo al día conlleva un riesgo de desarrollar cardiopatía coronaria y accidente cerebrovascular mucho mayor de lo esperado: alrededor de la mitad de lo que se espera de las personas que fuman 20 cigarrillos al día. No existe un nivel seguro de tabaquismo para las enfermedades cardiovasculares”.
La enfermedad cardiovascular derivada del tabaquismo causa alrededor del 48% de las muertes prematuras. “Gran parte del riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular desaparece solo unos pocos años después de haber dejado de fumar”, explica el profesor Allan Hackshaw (Instituto Oncológico UCL), responsable del informe. Por tanto, cuando te planteas acabar con el consumo de cigarrillos, el objetivo debe ser dejarlo, si quieres proteger tu corazón. Y también frente al cáncer de pulmón: causa el 30% de los tumores malignos en este órgano.
Hoy, que se celebra el Día Mundial del Ictus, también queremos recordar que el tabaquismo duplica el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, especialmente a los que fuman más de 20 cigarrillos al día. Reducir el consumo de nicotina disminuye el riesgo, pero si se deja completamente, en cinco años el riesgo se iguala al de las personas no fumadoras.
El ictus o infarto cerebral se produce cuando un vaso sanguíneo cerebral se obstruye. ¿Cómo reconocerlo? Si notas debilidad en un lado concreto del cuerpo (cara, brazo y pierna); confusión (dificultad para hablar); dificultad al caminar (mareo y desequilibrio); o dolor de cabeza muy fuerte y repentino. Para prevenirlo, debes mantener a raya la hipertensión, controlar el nivel de colesterol y el de glucosa en sangre y evitar el sedentarismo, el alcohol excesivo y, por supuesto, el tabaco.
Para erradicar los cigarros de tu vida, acude a los profesionales sanitarios. Ellos ayudan a lograr esta meta con tratamiento farmacológico (sustitutivos de la nicotina) y asesoramiento psicológico. Y evita los cigarrillos electrónicos, ya que también perjudican la salud. Tanto el líquido como el vapor contienen sustancias químicas irritantes para las vías respiratorias. Es más, en adolescentes se ha comprobado que los vapeadores favorecen que comiencen a consumir tabaco. Porque lo mejor para no caer en esta dependencia es no iniciarse.
Foto: art of imagined reality