La primavera es la época del año en la que más casos de alergia se registran, pero eso no quiere decir que el resto de meses sean inocuos para las personas que las padecen. De hecho, en otoño suele haber cierto repunte en algunos casos de rinitis alérgica, asma, alergias alimentarias o alergias a las mascotas.
Entre las principales razones de estas alergias otoñales están la vuelta al cole, la alimentación en comedores escolares, cumpleaños infantiles; la bajada de temperaturas y una menor ventilación en el hogar; el aumento de la humedad ambiental… Sea como sea, muchas personas sentirán de nuevo los efectos de la alergia y se preguntarán, al igual que sucede en primavera, si pueden salir a correr normalmente.
La realidad es que sí se puede salir a correr aunque seamos alérgicos, siempre y cuando tomemos las debidas precauciones. Como es lógico, antes de lanzarnos a hacer deporte deberíamos consultar con nuestro médico, sobre todo porque depende mucho de la intensidad de los síntomas. A partir de ahí, te damos unos consejos que te ayudarán a seguir con tu rutina deportiva con seguridad, ya sea este otoño o en la próxima primavera:
- Aprovecha las horas con menos cantidad de polen en el ambiente: las primeras horas del día son las mejores para practicar deporte si somos alérgicos. Cuanto más madruguemos, mejor.
- Cuando llueve, el aire se limpia de polen y polvo, está mucho más limpio. Aprovechar esos momentos tras la lluvia o una tormenta es perfecto para correr sin preocuparnos demasiado por la alergia.
- Cámbiate de ropa rápido después de hacer deporte. Los efectos del polen suelen tardar en manifestarse en las vías respiratorias, por lo que conviene desprenderse rápidamente de cualquier resto que podamos tener impregnado en la ropa o en la piel. Por eso, una ducha cuanto antes y cambiarnos de ropa es fundamental.
- El viento no es aliado de los alérgicos porque transporta el polen y lo esparce por todas partes. Evita correr o hacer deporte al aire libre en días ventosos; opta por el deporte en interiores esos días.
Estos consejos sirven también, perfectamente, para la alergia al polvo. En otoño no es frecuente sufrir los síntomas de la alergia al polen. Sin embargo, sí que existen plantas y árboles que polinizan en esta época del año y que pueden tener efecto en ciertas personas como, por ejemplo, el cenizo o quinoa, o los cipreses.
En cualquier caso, estar en contacto con nuestro médico es fundamental para saber a qué atenernos, así como prestar atención a las informaciones sobre nivel de polen en el aire y sobre el tiempo atmosférico.