Los infartos son la primera causa de muerte en España. Por eso es importante que cualquier ciudadano sepa reaccionar y actuar cuando alguien sufre uno. Antes de nada, lo primero es llamar al 112, para que la ambulancia llegue cuanto antes. Después, debe practicarse la maniobra frente-mentón para abrir la vía aérea: con la víctima tumbada boca arriba, con una mano se desplaza la frente hacia atrás y con la otra, usando los dedos, se desplaza la mandíbula hacia arriba y hacia delante.
La desfibrilación se utiliza en los casos de parada cardiorrespiratoria. Así que después de colocarlo en esta posición que facilita la entrada de oxígeno, toca asegurarse de si respira o no. Esto se puede comprobar tanto si existen movimientos torácicos o abdominales como escuchando para ver si se le oye respirar o sintiendo el aire exhalado en la mejilla.
Si no respira con normalidad, se debe practicar una RCP (Reanimación Cardiopulmonar). Básicamente consiste en colocar el talón de la mano sobre el centro del pecho (mitad inferior del hueso central del pecho de la víctima o esternón). Luego se coloca el talón de la otra mano encima de la primera y, con los brazos rectos, se comprime el esternón aproximadamente 5 cm, con una frecuencia de 100-120 por minuto.
Después de la RCP, se socorre a la víctima con un desfibrilador automático (DEA), un dispositivo que emite descargas eléctricas para restablecer el funcionamiento del ritmo cardíaco. Cualquier persona está capacitada para utilizarlo, porque solo hay que seguir las instrucciones: una vez abierto, se colocan los parches sobre el pecho sin ropa, como se indica en la imagen adherida al aparato, y luego el propio desfibrilador va guiando con señales visuales y sonoras. El dispositivo detecta el ritmo del corazón y no emite las descargas si la persona no las necesita.
Cada vez más lugares públicos cuentan con un desfibrilador. Utilizarlos en los cinco minutos posteriores a una para cardiorrespiratoria es fundamental para la supervivencia de la persona. “Si el uso de este tipo de desfibriladores se produce en los 3 minutos después del paro cardiaco, la supervivencia aumenta un 73% y si se utiliza en menos de 5 minutos, las posibilidades se incrementan hasta el 50%”, explica la Fundación Española del Corazón.
Para tener una idea más exacta de cómo actuar, consulta este vídeo de Fundación MAPFRE en el que explican todos los pasos de la RCP y el uso del DEA.
Pero, además, Fundación Mapfre, en colaboración con FIFA, el Centro Médico de Excelencia FIFA Ripoll y De Prado y la Sociedad Española de Medicina de Emergencias (SEMES), también cuenta con una app para prevenir la muerte súbita en los jugadores de fútbol, algo habitual, por desgracia, en el mundo del deporte. Se llama CPR-11 porque precisamente enseña cómo actuar en caso de parada cardiorrespiratoria en once pasos. Con iniciativas como ésta, ¡cualquier persona puede salvar una vida!