La búsqueda de la felicidad es algo innato en el ser humano. Siempre estamos deseando ser más felices, tener menos problemas, disfrutar más del tiempo libre… pero a menudo confundimos esa búsqueda de la felicidad con la acumulación de bienes materiales: dinero, propiedades, un coche nuevo, vacaciones en la playa. Está claro que todo eso nos proporciona bienestar, placer o divertimento, pero si tuviésemos que elegir los diez imprescindibles en nuestras vidas, serían otros. Y no necesariamente materiales.
La felicidad es un sentimiento, y por eso se puede alcanzar a través del resto de sentimientos. Si le preguntamos a cualquiera de qué no podría desprenderse jamás, seguro que nos daría una respuesta que está en este conjunto de imprescindibles vitales:
La familia y los amigos: el ser humano es un animal social, y necesita el calor de sus semejantes, el amor de la familia, la complicidad de los amigos. Es algo tan necesario, que las personas solitarias creen ser felices, pero siempre añorarán aquél contacto humano, el de su infancia más tierna, el de sus padres y abuelos. Y alternar con amigos, pasar tiempo de ocio y de calidad con ellos, participar en actividades deportivas o en grupo, es tan necesario que cuando pasamos tiempo sin experimentarlas, y las retomamos, parece que nos redescubrimos.
El trabajo es algo que nos hace felices. Sí, existen muchos casos de personas descontentas con su trabajo, que querrían desempeñar otra actividad, abrir un negocio, tener otro horario. El trabajo nos hace felices, por eso deseamos uno mejor. Por eso las personas, a veces, cambian su lugar de residencia en busca de ese puesto especial. Es cierto que otras personas se ven obligadas a cambiar de ciudad a regañadientes, y otras personas no pueden trabajar. Aquí hablamos del trabajo como realización personal, no como realidad social.
Nuestros pasatiempos y hobbies. ¿Quién no se llevaría a una isla desierta sus libros preferidos, su música favorita o, por qué no, sus maquetas? Sí, son posesiones materiales, pero digamos que nadie se llevaría un coche deportivo, pero sí aquello que le hace vibrar. Aquello con lo que se lo pasa bien, disfruta, se relaja.
La salud, y la de los que nos rodean. La buena salud es sinónimo de felicidad, en mayor o menor medida dependiendo de con qué lo comparemos. Tener buena salud a ciertas edades es una cuestión, a veces, de suerte, y en buena medida de lo sana que haya sido nuestra vida en general. Disfrutar de una buena salud es un regalo para todo el mundo, y deberíamos tenerlo siempre presente.
Las experiencias. Quizás esto sea lo que mejor marca la felicidad en las personas. Poder experimentar sentimientos, emociones, sensaciones, es lo que nos hace felices. Está claro que esas experiencias pueden ser malas, o negativas, pero en su conjunto son las experiencias y los recuerdos de las mismas lo que nos acompaña siempre, y aquello a lo que podemos agarrarnos bien fuerte cuando notamos flaquear el ánimo.
2 respuestas a ¿Qué necesitamos para ser felices?