Los wearables que nos rodean, los más comunes, son aquéllos que cuentan los pasos que damos, quizás el ritmo cardíaco instantáneo, el tiempo que nos ejercitamos… y poco más. Todos esos datos se pueden enviar a una aplicación asociada al dispositivo, y en ella podremos almacenar el histórico, comprobar la evolución de nuestra forma física, registrar peso y comidas.
Sin embargo, se le puede sacar más partido aun a un wearable. Al tratarse de dispositivos que llevamos en nuestra muñeca, de forma mayoritaria, hay más elementos que medir. Entre ellos, destaca el análisis del sudor. Pero , ¿para qué querríamos analizar el sudor con un wearable?
Analizando el sudor que excretamos cuando hacemos deporte es posible saber más sobre el ejercicio en sí mismo, nuestro rendimiento, y también las necesidades de hidratación y otras variables. El sudor es un elemento clave en nuestros mecanismos de termorregulación, y además es un líquido que está compuesto principalmente por agua (más del 98%), además de vitamina C, sales minerales, ácido úrico, amoníaco, urea, anticuerpos y ácido láctico.
Analizando en tiempo real la composición exacta del sudor nos puede revelar interesantes datos sobre las necesidades de hidratación, como dijimos, pero también nos revela la fatiga muscular. Existen parches que se aplican al deportista o la persona a la que hay que analizar el sudor, pero el análisis del líquido ha de hacerse por separado, con máquinas que no se pueden llevar encima.
Con una cinta para la cabeza, el sudor se recoge y analiza en el momento, y la información se transmite de manera inalámbrica al smartphone, así que sería factible pensar en un futuro smartwatch que monitorice el sudor. Hemos de tener en cuenta que no solo sudamos cuando hacemos ejercicio: en ocasiones, el sudor es un indicador de estrés o de un estado emocional agitado.
Este avance está de momento en fase experimental, y pendiente de financiación para llegar a buen puerto. Sin embargo la idea detrás del dispositivo es muy buena y prometedora, puesto que analizar el sudor en situaciones de esfuerzo físico puede ayudar a mejorar los planes de ejercicios y personalizarlos en mayor medida. A su vez, analizar el sudor en estados de estrés emocional también podría ser muy relevante.
Por último, pero no menos importante, el sudor puede darnos importante información sobre nuestro estado de salud actual, y con esto se abre una tercera vía de utilidad para un dispositivo de este estilo.
Vía | The Verge