En verano, quizás rompas con algunos hábitos saludables. La vacaciones pueden alterar la rutina, tanto en horarios, comidas y hasta para ejercitarte físicamente. Esto último, bien porque da más pereza por las altas temperaturas, bien porque te has ido de vacaciones y no puedes ir al gimnasio o porque simplemente se han terminado las clases en el polideportivo. Pero esto no significa que tengas que dejar el entrenamiento. Con voluntad, puedes hacer deporte en tu casa o en tu lugar de vacaciones. Hay ejercicios que te resultarán fácil de hacer en cualquier sitio. Eso sí, con la técnica correcta para no provocar lesiones.
Sentadillas: un clásico en la rutina de entrenamiento para fortalecer y tonificar piernas y glúteos. Separa las piernas al ancho de tus hombros (la punta de los pies ligeramente hacia fuera y las rodillas en línea con ellos). Haz como si fueras a sentarte y baja todo lo que puedas hasta que la nalga quede en ángulo recto con el suelo. El peso al bajar debes notarlo en los talones. Tu rodilla nunca debe sobrepasar los dedos de los pies. La espalda, siempre recta. Tres series de 20.
Abdominales: sencillos y efectivos. Hay muchas posibilidades. La más básica, te tumbas en el suelo, con las manos tocando la nuca y sin aproximar los codos a la cabeza. Las rodillas arriba con las plantas de los pies en el suelo. Eleva el tronco, sin tirar del cuello para no contracturar la zona cervical, como si quisieras mirarte el ombligo cada vez que subes. Tres series de 20.
Espalda: para fortalecer las lumbares, túmbate boca abajo, levanta a la vez un brazo y la pierna del lado contrario, mantén la posición de forma controlada y firme. Luego el otro brazo y la otra pierna. Otra posibilidad es elevar el tronco, con las piernas pegadas al suelo. Y luego al revés, elevar las piernas con el tronco sin despegarlo del suelo. Tres series de 20.
Antes de ejercitarte, calienta los músculos de forma progresiva. Y después, realiza estiramientos.