Padecer un cansancio ocasional es normal, pero si con frecuencia o constantemente estás cansado, es probable que sufras fatiga. Esta puede ser causada por las condiciones del estilo de vida o puede indicar una enfermedad. Descartando esto último, ¿qué factores influyen?
El experto Shawn Stevenson explica en su libro “Sleep smarter” las razones por las que podría ocurrirnos y cómo solucionarlas.
1-Problemas al dormir. Y no se refiere a dormir poco, que evidentemente desencadena cansancio, sino a los ciclos de sueño. Si estos no son saludables, no importa cuántas horas duermes. Normalmente, se producen 4 o 5 ciclos en el sueño, cada uno de aproximadamente 75 a 90 minutos y cada uno se correlaciona con una regeneración específica o la desintoxicación de las células y órganos en todo el cuerpo, según Stevenson. Estos ciclos pueden verse interrumpidos, por ejemplo, por un alto nivel de cortisol, la hormona del estrés. La solución: exponerse a la luz para bajar el nivel de cortisol en la noche, una dieta equilibrada sin alimentos procesados, y los nutrientes necesarios para un buen sueño (vitamina C, selenio, potasio, Omega 3s, melatonina, vitamina B6, calcio, vitamina D y triptófano).
2-El sedentarismo. Al movernos generamos una energía interna que propicia dormir mejor. No basta con ir al gimnasio una hora y luego todo el resto del tiempo estar sentados. Se trata de hacer 2 minutos de ejercicio cada 90 minutos, por ejemplo, una sentadillas o saltos en tijera (abriendo y cerrando las piernas a la vez que elevas los brazos) ya estaremos generando la suficiente energía.
3-La falta de los principales nutrientes. La molécula que hace posible que la energía llegue a las células se llama trifosfato de adenosina o ATP. Sin embargo, para realizar su función necesita de magnesio. Este mineral es vital para la liberación de energía, entre muchas otras funciones del organismo. Para compensar el déficit de magnesio ingiere alimentos que contienen más, como el bulgur, espinacas, pipas de calabaza, harina de maíz, los frijoles, la remolacha verde, un pescado halibut o fletán del pacífico, almendras tostadas y arroz integral, según un estudio de la Universidad de Harvard.
4-Hidratarse más. La deshidratación celular, literalmente, puede dañar el ADN, explica Stevenson. Las células, los tejidos y los órganos funcionan en un entorno acuoso. Por eso, recomienda beber agua, especialmente una buena cantidad por la mañana después de levantarte, para asegurarte de que ya vas hidratado para cuando empieces tu actividad diaria.
5-Evitar el estrés. Para Stevenson, es uno de los mayores culpables de nuestra crisis de energía mental y física hoy en día. Y al elevarse los niveles de la hormona cortisol, también se incrementa la glucosa, para asegurarse de que el cuerpo cuenta con energía. Ese incremento puede dar lugar a diabetes, con todo lo que esta enfermedad conlleva, como aterosclerosis, neuropatía, problemas renales, etc. ¿Cómo reducir el estrés? Controlando la respiración con ejercicios o disciplinas como el yoga, la meditación, el taichi o el qigong, propone Stevenson. Cualquiera de ellas vale y solo te llevará unos 5-10 minutos al día.
Foto: Andrew Roberts
Vía | mbg