El problema del cambio climático afecta a todos los estamentos de la sociedad y el medio ambiente. Cada vez son más las especies amenazadas por estos cambios y muchas de ellas se encuentran en serio peligro de extinción, pudiendo desaparecer para finales del siglo XXI.
En un mundo cada vez más urbano las ciudades y quienes las habitan son protagonistas cruciales a la hora de aportar soluciones para contribuir a mejorar nuestra relación con el medio ambiente. Sin embargo, a pesar de que cada vez más cantidad de población vive en las urbes, es en el resto del mundo donde se están dejando notar los efectos del cambio climático en forma de una gran crisis humanitaria.
Desplazados por el cambio climático
El clima extremo ya está desarraigando poblaciones de todo el mundo.
En nuestro planeta existen zonas que se han convertido en vulnerables en muchos sentidos. Los conflictos armados, la escasez de agua y, ahora, los eventos climáticos extremos, están desplazando enormes cantidades de población de esos lugares hacia otros más seguros.
La publicación «The New Humanitarian» pone números al problema del cambio climático:
Las Islas del Pacífico estaban en alerta máxima a principios de año, después de que se sucedieran las tormentas que barrieron esa región. En Afganistán el número de personas desplazadas por la sequía y las inundaciones en los últimos meses está a la par de los que huyen de la cruenta guerra. La sequía ha dejado a 45 millones de necesitados en el este, sur y el Cuerno de África. Una situación que, junto con el conflicto armado, ha provocado nuevos desplazamientos en países como Somalia, donde al menos 49.000 personas han huido de sus hogares en lo que va del año, según ACNUR.
Los desplazamientos por causas naturales (inundaciones, terremotos, sequía, etc.) no son nada nuevo. Llevan produciéndose desde tiempos inmemoriales, pero lo que está evolucionando rápidamente es la capacidad de rastrear las causas de estas crisis y relacionarlas con el clima cambiante. Este ha acentuado los efectos de otras crisis humanitarias. Estamos viviendo un momento delicado en nuestro planeta, y las predicciones acerca del calentamiento global son preocupantes, incluso en el mejor caso posible. Como señalamos en un artículo anterior:
Las previsiones más optimistas —es decir, si las emisiones se reducen significativamente— apuntan a que el aumento de las temperaturas globales podría limitarse a 2°C o menos a finales de este siglo. En el otro lado están las previsiones que dicen que si el aumento de las emisiones continúa al ritmo actual, el incremento de las temperaturas podría ser de 5°C o más.
Es el momento de ponernos manos a la obra y contribuir a reducir nuestro propio impacto medioambiental. Es verdad que solo los gobiernos de los países involucrados en las crisis humanitarias por temas climáticos tienen la clave para gestionarlas, pero todo el planeta, en su conjunto, debe aportar su granito de arena, por pequeño que parezca.
Una respuesta a La crisis humanitaria del cambio climático