Nada mejor para dejar de fumar que estar convencido de querer hacerlo. Así se consigue, aunque hay que pasarlo. Como toda ruptura, requiere un tiempo de adaptación. Y una alimentación adecuada también contribuye a abandonar este hábito tan perjudicial para la salud. Cuando la ansiedad y las ganas de fumar aprieten, toma una infusión, bebe agua, come una fruta o mastica chicles o caramelos sin azúcar, como recomienda la Asociación Española Contra el Cáncer. Cuando pienses en encender un cigarrillo, resiste, ese pensamiento se pasa en medio minuto.
El café y las bebidas azucaradas (o cualquier alimento excitante, como el chocolate y el té) o las comidas muy condimentadas no ayudan a calmar tu ansia por encender un cigarrillo. Evita tomarlas. Algunos estudios advierten de que la carne, el alcohol y el café realzan el sabor y estimulan el consumo. En vez de a estos alimentos, recurre a los zumos de frutas naturales y, en general, a los alimentos ricos en vitamina C (sobre todo kiwi), a las frutas, las hortalizas y los lácteos. Empeoran el sabor del cigarrillo y te facilitan dejar de fumar.
Otra ventaja añadida: no engordan, algo importante para no aumentar de peso. Coger en torno a 3 kilos resulta habitual para los que se convierten en exfumadores. Y al beber agua con frecuencia (a lo largo de todo el día), además de calmar tu nerviosismo, contribuyes a eliminar toxinas.
Pero recuerda que aunque no ingieras estos alimentos «enemigos» del tabaco, también puedes olvidarte para siempre de este hábito. Y no dudes en acudir a la consulta de tu médico para que te informe de todas opciones que existen para convertirte en exfumador. En el Canal Salud de MAPFRE encuentras mucha más información para desterrar el humo de tu vida.