La lumbalgia es el nombre con el que se conoce el dolor en la parte baja de la espalda, y afecta a buena parte de la población. En circunstancias normales, este dolor se debe a la falta de higiene postural, a posturas forzadas, o a algún tipo de daño puntual (una caída, un accidente).
La falta de higiene postural es uno de los peores enemigos de la espalda. Mantener posturas incorrectas mientras trabajamos, dormimos, o conducimos afecta de manera directa a esta zona del cuerpo, que con el tiempo termina agarrotada y provoca el dolor, y la incomodidad. Las actividades domésticas son también causa de lumbalgias, sobre todo en lo que se refiere a coger pesos, algo que solemos hacer mal.
Cómo prevenir la lumbalgia en nuestro día a día
Es sencillo prevenir la lumbalgia, sobre todo si seguimos unas ciertas pautas que eviten las malas posturas y los movimientos forzados. A veces, parece que la vida no nos deje otra opción que forzar la espalda, pero en realidad sí que podemos. Hay que pensar que la espalda que tenemos nos ha de durar muchos años, ¡cuidarla es fundamental!
Para prevenir las molestias de espalda, debemos:
- Ser estricto con las normas de higiene postural y ergonomía.
- Realizar ejercicio y actividad física con frecuencia.
- Proteger la zona lumbar del aire frío, algo que ayuda tanto para la recuperación, como para la prevención de la lumbalgia.
En cuanto a coger pesos, hemos de recordar que jamás debemos hacerlo inclinando la espalda, porque entonces nuestra espalda, sus músculos y las vértebras sufrirán un estrés innecesario que es lo que lleva al dolor y a las lesiones.
Estiramientos para prevenir el dolor de espalda
Existen una serie de estiramientos muy sencillos, que cualquiera puede hacer en su casa y que sirven para estirar la zona lumbar. Con esto no solo aliviaremos poco a poco el dolor, sino que además estaremos ayudando a la musculatura de la zona a eliminar progresivamente la tensión. Es un proceso lento, lleva su tiempo, pero combinado con una mejora en la postura y con un aumento moderado y progresivo de la actividad física, nos lleva a mejorar la salud de esa zona problemática.
Como vimos en el vídeo, cualquiera puede realizar estos estiramientos en su casa al comienzo y al final del día. En pocas semanas notaremos una mejoría sustancial, pero sobre todo tendremos la espalda preparada para llevar mejor que antes el día a día. Es una cuestión de salud, y dedicar diez minutos mañana y noche a mejorar el estado de la espalda es el mejor regalo que podemos hacer a nuestro yo futuro.
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