El senderismo es más que caminar por los senderos de nuestro maravilloso entorno natural. Es un deporte, una forma de ponerse en forma en plena naturaleza, y de disfrutarla y observarla sin suponer un obstáculo. Es una actividad que se define como “una especialidad del montañismo, es una actividad deportiva no competitiva que se realiza sobre caminos balizados y homologados por el organismo competente de cada país”. Aquí nos encontramos con lo de “caminos balizados y homologados”, así que deducimos que habrá normas o algún sistema de señalización, y no estamos nada equivocados.
Como actividad deportiva, el senderismo (que también se conoce como hiking, y que no debe ser confundido con el trekking) requiere una mínima forma física. Dependiendo de la forma física se puede elegir entre varios tipos de rutas, con mayor o menor dificultad, con más o menos desniveles, etc. Se puede decir que una persona capaz de caminar 5 kilómetros podría hacer las rutas de senderismo, al menos las de menor dificultad. El entrenamiento y la constancia nos permitirán alcanzar cotas mayores.
El senderismo es una actividad que tiene más de 35 años de vida, y que en sus primeros pasos no fue acogida con gran entusiasmo por la sociedad, siendo una práctica para montañeros y personas muy vocacionales del caminar por nuestros senderos. Al principio se marcaban las Grandes Rutas (GR, recorridos de más de 50 km que son más exigentes de lo normal y que a veces no se pueden realizar en un solo día), y poco a poco se comenzaron a marcar las PR, o Pequeñas Rutas y los Senderos Locales, y se llegó a un nivel de desarrollo del deporte que es el que tenemos en la actualidad.
Las rutas oficiales de senderismo están marcadas con dos líneas de pintura paralelas, que pueden ser blanco y rojo (GR, o grandes rutas); blanco y amarillo (PR, o pequeñas rutas); blanco y verde (SL, o senderos locales). Cada una de estas pistas se diferencia en longitud, y si empezamos por los SL veremos que tienen menos de 10 km de longitud; las PR van de 10 a 50 km, y las GR tienen más de 50 km.
Senderos homologados
Hay que saber que los senderos homologados van a reunir una serie de características especiales que los hacen aptos para el recorrido seguro, siempre que cumplamos los requisitos (físicos) y que cumplamos las normas y no nos desviemos alegremente. Veamos esos requisitos (de la Wikipedia):
-
En principio, las características que pueden esperarse de un sendero homologado son las siguientes:
- Ser apto para la gran mayoría de la población.
- Ser transitable durante todo el año.
- La utilización y recuperación de antiguos viales de comunicación frente a viales modernos.
- Tener interés paisajístico, histórico, etnográfico o medioambiental.
- Fomentar la actividad senderista de una zona.
- No tener grandes desniveles durante tramos prolongados y evitar la ascensión a cimas montañosas.
- No transitar por tramos con tráfico rodado o zonas que en condiciones normales presenten algún riesgo.
- No precisar para su recorrido de conocimientos, técnicas o materiales especiales.
- Estar señalizado suficientemente con el sistema oficial de cada país.
- Contar con una topoguía descriptiva del itinerario así como de los valores ambientales, paisajísticos, culturales y etnográficos del recorrido.
Entonces, teniendo en cuenta el tipo de sendero (GR, PR o SL) y sabiendo las características que tienen estos caminos homologados, solo nos falta elegir una ruta cercana, acorde con nuestra condición física, y sobre todo, elegir aquélla que más nos interese desde el punto de vista cultura, ambiental, paisajístico… Se trata de salir a disfrutar al aire libre, con salud, y que sea una experiencia que vale la pena repetir. Para elegir ruta existen muchas páginas web con mucha información: Wikiloc, Wandermap (aunque esta es para rutas en bicicleta), o Wikirutas.
Por último, os dejamos el enlace al Manual de Senderismo, un libro interesante para conocer al detalle esta práctica, y que puedes descargar en PDF en este enlace. Es una referencia obligada que nos enseñará mucho sobre los senderos y todo lo necesario para disfrutar al máximo de la naturaleza.
Foto | Moyan Brenn