En los días más conocidos y locos del año para realizar compras, —Black Friday y Cyber Monday— cobra aún mayor importancia la concienciación en el consumo responsable. ¿Te has parado a pensar el impacto medioambiental y social que tienen tus hábitos de consumo? ¿Realmente necesitas todo lo que compras? ¿Y si en vez de tirar cosas empiezas a arreglarlas para así reutilizarlas?
La producción y el consumo responsables es el Objetivo 12 de Desarrollo Sostenible de la ONU. Esta organización advierte de la necesidad de optar por productos sostenibles, porque los recursos naturales son limitados ya actualmente, y lo serán mucho más cuando la población mundial alcance los 9.600 millones de personas en 2050. “Si no actuamos para cambiar nuestras modalidades de consumo y producción, vamos a causar daños irreversibles al medio ambiente”, avisa la ONU.
Por eso, como consumidores, podemos contribuir al consumo responsable “reduciendo los desechos y actuando de forma reflexiva a la hora de comprar y optar por una opción sostenible siempre que sea posible”, aconseja la ONU. Acciones como no tirar alimentos, ir a la compra con bolsas reutilizables, reciclar las botellas de plástico (y, en general, cualquier residuo) o comprar a proveedores locales contribuyen a lograr este objetivo.
Productos sostenibles
Trasladado al Black Friday y al Cyber Monday, es el momento de plantearse si puedes vivir sin ese producto que piensas comprar. Probablemente responde a un deseo y no a una necesidad. Una vez que has decidido comprarlo, ten en cuenta cómo ha sido fabricado en cuanto a sostenibilidad y respeto con el medio ambiente. Cada vez más fabricantes se preocupan por lanzar productos de una u otra manera más ecológicos, ya que un número creciente de consumidores los reclaman para ser coherentes con su filosofía de vida.
Comercio justo
No te equivocarás si te decantas por productos de comercio justo que no solo respetan el medio ambiente, sino también los derechos de las personas y la igualdad social y de género. Crean entornos de trabajo seguros, sin explotación laboral y con salarios dignos. Son productos con tejidos y tintes naturales y que proceden de cultivos ecológicos y de madera certificada que garantiza la explotación sostenible de los bosques.
Mira las etiquetas
La información que te dan las etiquetas van mucho más allá de los valores nutricionales en el caso de los productos alimenticios. En ellas también pone si cuentan con certificado ecológico o biológico, símbolos de reciclaje, el sello FSC (certifica que la madera o el papel empleados en el producto tiene un origen sostenible) u otros distintivos de respeto al medio ambiente. En los electrodomésticos el etiquetado energético indica el consumo de energía.
Reduce, reutiliza y recicla
Si reduces el consumo, disminuyes los residuos. Así de simple. En vez de comprar algo nuevo, tal vez de segunda mano te satisfaga igualmente. Si alguna cosa se ha deteriorado, quizás puedas arreglarla. Si ya no te gusta, puedes intercambiarla o donarla para que otros le den una segunda vida. Integra en tu día a día el reciclaje de papel y vidrio de todo lo que consumas. Y lleva al punto limpio el resto de materiales.
En definitiva, contribuir con el consumo responsable se puede resumir en realizar compras sostenibles y solidarias, que satisfacen las necesidades humanas, favorecen una adecuada calidad de vida y racionalizan el uso de recursos.
Foto: Susanne Jutzeler / Pexels