Cuando se inicia una actividad empresarial, ha de saberse que existen ciertos riesgos que se pueden clasificar entre generales, y particulares de la actividad. Así, no asume los mismos riesgos una empresa de transporte de maquinaria pesada que una empresa que ofrece servicios «copy» para agencias de publicidad, pero en el fondo sí que comparten unos pocos riesgos comunes.
Es muy importante saber prevenir los riesgos de la empresa, y el primer paso es identificarlos. Teniendo claro qué riesgos pueden afectar a nuestra actividad y empresa, podremos plantear todas las situaciones que requieran de prevención y afrontarlos con éxito.
Riesgos potenciales en las empresas
Los riesgos estratégicos de la empresa son inherentes al negocio, y tienen que ver con la parte económica de la empresa, por ejemplo con la financiación necesaria para mantener la actividad. Podemos señalar, entre otros:
- Riesgos competitivos: los que tienen que ver con los procesos y los productos, desde el precio, la competencia, el servicio que se da al cliente…
- Riesgo de iliquidez: el riesgo de ser incapaz de afrontar los pagos, sobre todo debido a un mal diseño del stock disponible, disponer de demasiadas líneas de financiación que nos agobian con los intereses globales,…
- Riesgos de crédito: la dificultad de acceder al crédito ya sea por el precio a pagar en cuanto a tasas de interés, o cualquier otro motivo.
Los riesgos internos tienen que ver con la organización interna, y podemos identificar los siguientes:
- Riesgo de auditoría.
- Riesgo de Recursos Humanos: existe un riesgo en la contratación de personal, ya que de una mala contratación pueden surgir problemas en otros ámbitos.
- Riesgo de procedimientos: procedimientos desactualizados, falta de documentación precisa,… cualquier cosa que impida una buena gestión y la productividad.
- Riesgo de información.
El mapa de riesgos, ¿qué es y para qué sirve?
Hasta ahora hablamos de riesgos en general, para las empresas. También existen los riesgos laborales, que entrarían dentro de los riesgos de la empresa, lógicamente, ya que los empleados son la pieza fundamental en el desarrollo productivo de la firma. Con todo, lo que una empresa debe plantearse siempre es un mapa de riesgos, es decir, mantener identificados los riesgos en todo momento, y conocer las pautas de acción más convenientes para su prevención.
Un mapa de riesgos debe permitir:
- Implementar programas de prevención, en función de las prioridades observadas.
- Permitir el análisis periódico de los riesgos mediante el control de la gestión del programa de riesgos y autorizada desde la dirección de la empresa.
- Evaluar la eficacia de las intervenciones preventivas.
¿Cómo evaluar el riesgo y crear tu propio mapa de riesgos?
Existen herramientas al alcance del empresario para saber a qué se enfrenta y cómo se pueden prevenir los riesgos. En este vídeo se explica qué es Empresas 360º, un servicio de MAPFRE que proporciona un estudio detallado y personalizado para conocer el grado de protección de la empresa frente a los principales riesgos que pueden afectarle.
Este servicio es útil como punto de partida, para mantener en todo momento la visión sobre los potenciales riesgos, para establecer las políticas de gestión oportunas, y para aprender a evaluar dichos procesos y los riesgos a medida que avanza el tiempo, adaptándose en consecuencia.