Uno de los principales riesgos derivados de la propia naturaleza del coche eléctrico es que no hacen ruido o, al menos, no es el mismo nivel de ruido que emiten los vehículos de combustión interna.
Esto significa que, si bien la contaminación acústica se verá muy reducida en las grandes ciudades, los peatones correrán un riesgo extra al no depender, como ahora, del oído como «detector de coches». Por este motivo, por ley y por temas de seguridad vial, los coches eléctricos deben emitir ruido generado artificialmente. Unos investigadores de Uruguay están experimentando con un sonido que esperan que estimule el crecimiento de las plantas.
Ayax, un fabricante y distribuidor independiente de vehículos Toyota, se ha asociado con la agencia de innovación digital The Electric Factory para crear un audio diferente para los coches eléctricos.
En lugar de simplemente instalar un sonido que imita a los vehículos no eléctricos, el audio diseñado podría ir más allá y ofrecer beneficios para el medio ambiente. La base de este desarrollo está inspirada en ciertos estudios que se fijan, sobre todo, en los efectos de las frecuencias de audio en las plantas.
De hecho, se cree que ciertas longitudes de onda y frecuencias podrían favorecer el crecimiento de las plantas y mejorar la absorción de nutrientes. Fruto de estas investigaciones se ha planteado el proyecto The HY Project, con el beneplácito de Toyota.
Aparte de lo novedoso de la idea, que pretende introducir en los coches eléctricos sonidos que son, esencialmente, diferentes a lo que podríamos esperar (se asemejan más a sonidos salidos de cuencos tibetanos que a un previsible zumbido adaptativo a la velocidad), lo cierto es que no se sabe exactamente cómo estas frecuencias y sonidos podrían estimular el crecimiento de las plantas.
Sea como sea, cualquier iniciativa que nos lleve a reducir la nociva contaminación acústica en las ciudades y, de paso, favorecer un ambiente más relajante a pesar del tráfico rodado (eléctrico), es bienvenida.