La bicicleta como medio de transporte saludable cada vez gana más adeptos en las ciudades. Sin embargo, moverse en bici por la ciudad no siempre es posible, aunque existen muchos ejemplos de ciudades en las que hacerlo no solo es un placer, sino que es cómodo y muy popular. Es sano, es barato, es ecológico, y según un estudio, es el medio de transporte que aporta más felicidad.
Cualquier ciclista habitual nos puede confirmar esto, pero es que además se ha analizado de forma científica en el estudio realizado por Yingling Fan, de la Universidad de Minessota, y Jing Zhu, de la Northwestern University, ambas en Estados Unidos. Los investigadores examinaron cómo el modo, la duración, el propósito y las características de compañerismo de un viaje —en cualquier medio de transporte— moldean seis emociones diferentes durante el viaje.
De estas emociones, dos son positivas y otras negativas: felicidad, cansancio, estrés, tristeza y dolor. La bicicleta es el medio que saca mejores «notas» emocionales, mientras que otras opciones salen peor paradas.
Después de analizar las características demosgráficas, las condiciones de salud y las ubicaciones residenciales, encontramos que andar en bicicleta es el modo de transportarnos que nos aporta más felicidad. El transporte público es el menos feliz y ¿el que menos nos aporta?; y si nos vemos obligados a caminar porque es el único medio de transporte de que disponemos, se asocia con las cuatro emociones negativas.
Sin embargo, sabemos que pasear por ocio o realizar largas caminatas es una fuente de placer y salud, en contraposición a la necesidad de ir de un lugar a otro, por ejemplo, al trabajo.
En cuanto al transporte público, depende mucho del tamaño de la ciudad y de la red de transporte. Por ejemplo, n una gran capital europea, el transporte público se utiliza de manera masiva. El metro, en hora punta, puede ser causa de estrés y de incomodidad y los medios de transporte como el autobús urbano suman a esas sensaciones el problema del tráfico.
El estudio concluye que sería una buena idea que los gestores municipales hicieran un esfuerzo por incluir a la bicicleta como un medio de transporte masivo, sobre todo mejorando «las experiencias de los usuarios de tránsito e implementando estrategias de planificación espacial para crear un entorno que conduzca a desplazamientos más cortos, más trayectos discrecionales y más viajes conjuntos con familiares y amigos».