La O.M.S cifra en 400 millones las personas que sufren trastornos mentales o neurológicos, de enorme repercusión social, psicológica y económica. Según datos de CEIFEM (Centro Español de Formación e Información sobre la Enfermedad Mental), en España unas 800.000 personas, un 2% de la población, padecen a lo largo de su vida algún tipo de trastorno mental.
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta este colectivo es la integración laboral. El desconocimiento general sobre las enfermedades mentales provoca en muchos casos el aislamiento de quienes las sufren, lo que dificulta en gran medida su acceso al mercado de trabajo. Sin embargo, se trata de profesionales perfectamente capaces, entre los que se encuentran grandes historias de superación.
En la “II Jornada de RRHH, RSC y Discapacidad por Enfermedad Mental” celebrada recientemente en Madrid se han podido escuchar ésta y otras historias que ponen de manifiesto que la integración laboral de este tipo de enfermos es perfectamente posible. Y no sólo eso, este foro de encuentro, organizado por FUNDACIÓN MAPFRE, en colaboración con la Red de Centros de Rehabilitación Laboral de la Comunidad de Madrid, ha puesto en evidencia que contratar a personas con discapacidad es rentable para las empresas, tanto desde el punto de vista social como económico.
FUNDACIÓN MAPFRE, a través de su programa “Juntos Somos Capaces”, trabaja por la integración laboral de personas con discapacidad. Desde 2010, y a través de esta iniciativa, se ha logrado integrar laboralmente a más de 850 personas con cualquier tipo de discapacidad, 335 de ellas con enfermedad mental. Las 1.300 empresas que apoyan esta iniciativa confirman además que se trata de una experiencia rentable “social y económicamente”.