De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se considera a una persona en situación de pobreza moderada cuando ésta presenta al menos una carencia social (educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios básicos y alimentación) y un ingreso mensual por debajo de la línea de bienestar económico; mientras que una persona que vive en pobreza extrema tiene un ingreso mensual muy inferior a la línea de bienestar mínimo, y además presenta tres o más carencias sociales.
Siguiendo estas líneas, y según un estudio sociológico realizado en la Delegación ‘Alvaro Obregón’, de Ciudad de México, (un territorio con más de 750.000 habitantes), un 31 por ciento de esta población vive en situación de pobreza y, de ellas, 18.000 personas lo hacen en grado de pobreza extrema.
La falta de educación agrava esta situación de pobreza y hace imposible salir de ella. Por ello, para atender estas necesidades primarias (de refuerzo escolar, formación de adultos, atención médica primaria o cuidado nutricional, entre otras), la FUNDACIÓN MAPFRE a través de su Instituto de Acción Social– y la Universidad Panamericana, han puesto en marcha la COMUNIDAD MAPFRE – UNIVERSIDAD PANAMERICANA, un proyecto multidisciplinario que tendrá como objetivo principal mejorar la calidad de vida de las personas más necesitadas de esta zona de la Ciudad de México.
La Comunidad MAPFRE-UP contará, entre otras instalaciones, con comedor, edificios de aulas, clínicas, bibliotecas y zonas de cultivo. Allí, junto a participantes del Programa de Voluntariado Corporativo de MAPFRE en México, realizarán labores sociales universitarias y personal de las diferentes escuelas y facultades de la UP.
Se espera que, sólo en el primer año de funcionamiento, esta iniciativa beneficie a más de 5.000 personas sin recursos en áreas como educación, salud, ayuda psicosocial, asesoría jurídica y alimentación infantil.
La COMUNIDAD MAPFRE-UP supone la primera estructura propia de estas características para la FUNDACIÓN MAPFRE, desde que inició su actividad en México en 1989, lo que permitirá atender a un ámbito mayor de beneficiarios con unas prestaciones aún más amplias.
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