En una época navideña en la que los incendios en la zona norte de la península se suceden día tras día, es bueno recordar la creciente preocupación por el cuidado del medio ambiente que tenemos en España. La Responsabilidad Social Corporativa es una pieza clave dentro de las empresas para conectar con ese compromiso con el medio ambiente, siendo la actuación frente al cambio climático una de las directivas clave de la estrategia de MAPFRE.
Alineados con esta directiva y con principios como la promoción de proyectos medioambientales y sociales, y la responsabilidad medioambiental, MAPFRE se ha adherido al compromiso Paris Pledge for Action, una iniciativa de la presidencia francesa para animar a los actores no gubernamentales a que muestren su apoyo al acuerdo resultante de la Conferencia de París (COP21).
El Grupo MAPFRE ha firmado el Paris Pledge for Action, ratificando así su compromiso por el futuro del planeta, por un mundo sostenible y con el fin de lograr un clima seguro y estable, trabajando con tesón para impedir que las temperaturas aumenten más allá de los 2ºC.
Para lograr estos objetivos se opta por la proactividad, regulando desde ya mismo las emisiones de gases de efecto invernadero a niveles seguros, de manera que no haya que esperar a que el acuerdo de París entre en vigor en 2020 para ponerse en marcha. La responsabilidad en este campo viene «de serie» en el ADN del Grupo MAPFRE, y así lo demuestra su contribución para construir mecanismos de supervivencia (resiliencia) frente a las consecuencias del cambio climático que ya están teniendo lugar.
El cambio climático está provocado, según un consenso científico mayoritario, por la acción del hombre, y es debido a que se ha roto el equilibrio natural de gases de efecto invernadero (principalmente CO2) por la actividad industrial y privada. el problema es que al aumentar la concentración de CO2 en la atmósfera, la temperatura sube progresivamente, y se cifra entre 3,7 y 4,8 grados más de media en 2100, con respecto a las temperaturas de antes de la Revolución Industrial.
Si conseguimos limitar el aumento de las temperaturas medias a tan solo dos grados (de media) en 2100, posiblemente podremos evitar grandes desastres naturales que sí serán más probables de seguir aumentando las emisiones en todo el mundo. En la COP21 se intentará diseñar un protocolo que sustituya al de Kioto, ineficaz ya que las grandes potencias emisoras (de gases de efecto invernadero) no se acogían a las directrices marcadas, y por tanto la solución era demasiado parcial.
El destino del planeta y del medio ambiente depende de lo que hagamos hoy, entre todos, cada cual aportando su pequeño granito de arena. La prevención, la anticipación y tomar medidas en pro de la sostenibilidad es imperativo si queremos dejar una herencia rica y saludable a nuestros nietos y a las generaciones venideras.