Para MAPFRE los niños tienen voz propia. Por ello hoy conmemoramos una celebración muy especial, en la que los derechos del niño se ven considerados como una palanca imprescindible para el cambio, y en la que intentamos ayudar a los únicos que en un futuro podrán convertir el mundo en un lugar mejor.
Desde 1989, fecha en la que se celebró la primera convención sobre los Derechos del niño de Naciones Unidas, ratificada por 192 países, se ha considerado a la infancia como objeto de protección y derecho. Gracias al día de hoy, y por medio del diálogo y la acción, el mundo recuerda que nos enfrentamos a un gran reto, y que hay lugares en el mundo en el que la falta de oportunidades hacen que todavía encontremos cifras como estas.
Naciones Unidas, en su declaración de los derechos de la infancia, establece varios derechos relativos a la vida, a la salud, a la educación y a jugar, así como el derecho a la vida familiar, a estar protegidos de la violencia, a no ser discriminados y a que se escuchen sus opiniones.
De acuerdo a UNICEF, el día universal del niño es un día de celebración por los avances conseguidos hasta la fecha, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.
MAPFRE, en su compromiso con los niños, ha centrado su acción social durante los últimos años en ayudar y favorecer el desarrollo de colectivos en riesgo de exclusión, prestando una especial consideración a la infancia. Proyectos como «Formando Comunidad» ha ayudado a cientos de miles de familias, y el programa de Voluntariado Corporativo,involucra anualmente a más de 2000 empleados que ayudan mediante acciones concretas a niños en todo el mundo.
Nuestro pequeño homenaje lo celebramos mediante estos cuentos, de los ganadores del Concurso Internacional que Fundación MAPFRE celebra anualmente.