El cambio climático es una realidad contrastada. Se trata de un problema ambiental global cuya principal causa es el efecto invernadero provocado por la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) en las actividades humanas.
Las previsiones más optimistas -es decir, si las emisiones se reducen significativamente- apuntan a que el aumento de las temperaturas globales podría limitarse a 2°C o menos a finales de este siglo. En el otro lado están las previsiones que dicen que, si el aumento de las emisiones continúa al ritmo actual, el aumento de las temperaturas podría ser de 5°C o más.
Incluso si las concentraciones de gases de efecto invernadero se quedasen estables en los valores actuales, sin aumentar ni disminuir, la temperatura media global aumentaría en 0,6 ºC a finales de siglo.
Estos aumentos de temperaturas medias en el planeta están poniendo en jaque a multitud de especies animales, algunas de las cuales se encuentran en grave peligro de extinción antes de que finalice nuestro siglo.
Según la «Lista Roja de Especies Amenazadas» de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, más de 25.000 especies de las casi 88.000 que tienen contabilizadas se encuentran en peligro de extinción, alrededor de un 28% del total.
Las perspectivas son muy preocupantes:
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Anglia del Este, la Universidad James Cook y WWF, alguna de las áreas naturales más importantes del mundo, como la Amazonia o las Islas Galápagos, sufrirán una gran extinción hacia final de siglo: del 50% de sus especies si la temperatura asciende los 4,5 grados y del 25% si el ser humano logra limitar el aumento de la temperatura a solo 2 grados.
Este mismo estudio asegura que en lugares como la sabana de Miombo, en el sur de África, se podría experimentar una devastación que afectaría al 90% de los anfibios, al 80% de los mamíferos y al 86% de las aves. Otros lugares como el suroeste de Australia también verían como los anfibios se extinguirían en su totalidad.
Frenar el cambio climático es una cuestión que no se puede discutir. Reducir las emisiones contaminantes y optar por energías limpias y sostenibles ha de ser una prioridad en las agendas oficiales en todo el mundo. Evitar la desaparición de muchas especies animales —y también vegetales, incluso de insectos— es esencial para garantizar el futuro del planeta Tierra.