A diario, todos podemos contribuir a un mundo más sostenible con pequeñas acciones domésticas. Es evidente que se necesitan iniciativas globales para poder influir de manera palpable y en un plazo razonable en el mundo, y que las grandes corporaciones tienen más poder de cambio que las unidades familiares, pero no podemos dejar de lado la influencia que, todos juntos, tenemos en el medio ambiente.
Por ello existen una serie de acciones a evitar en casa para hacer del mundo un lugar más sostenible, además de las acciones más conocidas, que tienen impacto positivo. Vamos a ver las más destacadas.
Cuidado con lo que desechamos a través del inodoro
Esta es, sin duda, una de las acciones menos conocidas. Normalmente, nos centramos en el ahorro de energía, agua o en la separación de residuos para facilitar el reciclaje, pero si evitamos deshacernos de ciertos objetos y materiales a través del inodoro, el impacto positivo en la naturaleza será más notorio.
La lista es interminable, así que destacaremos los objetos y materiales más comunes en nuestros hogares. Hemos de tener en cuenta que, si nos deshacemos de ciertos desperdicios de esta manera, las consecuencias varían desde la obstrucción del inodoro, pasando por el daño en las instalaciones de tratamiento de aguas (que pueden necesitar limpiezas costosas y, por tanto, aumentar la factura), se pueden provocar desbordamientos de aguas residuales sin tratar, dañar la fauna marina y, en general, crear problemas medioambientales. Ejemplo de esos objetos son:
- Toallitas húmedas para bebés: a pesar de que algunas marcas promocionen que son aptas para el inodoro, lo cierto es que no está demostrado. no se degradan bien, permanecen mucho tiempo enteras y pueden ser un grave problema en un edificio.
- Tiritas, hilo dental, toallitas de papel.
- Arena para gatos.
- Chicle, colillas, preservativos o lentes de contacto.
- Cosméticos, bolas de algodón o discos desmaquillantes.
- Pañales o compresas.
- Grasa o alimentos.
- Cabello.
- Medicamentos: en este caso, es sumamente perjudicial para la fauna marina.
En general, cualquier cosa que se degrade más lentamente que el papel higiénico no debe ir a parar al inodoro. En su lugar, podemos utilizar papeleras para estos residuos, una solución mucho más amigable con el medio ambiente.
En el caso de que tengamos que desechar medicamentos, jamás debemos hacerlo en el fregadero o en el inodoro. El procedimiento correcto es consultar las instrucciones del fármaco y, aunque suene a anuncio, consultar al farmacéutico. Muchas farmacias son puntos de recogida de medicamentos viejos o fuera de uso.