El diseño de coches es una disciplina apasionante, y a la vez muy arriesgada. Tenemos ejemplos de coches de todo tipo que enamoran locamente a un sector de la población, pero horrorizan hasta el temblor a otros cuantos. Existen iconos del diseño, existen coches clásicos que jamás pasarán de moda, y existen otros coches que no deberían haber salido de la lámina donde se hizo su primer boceto.
Diseñar un coche no es fácil porque hay que conjugar lo práctico, con lo cómodo, con las prestaciones, y por supuesto con la estética. En un momento en el que todos los coches son iguales, salirse del patrón habitual es a partes iguales excitante y peligroso: podemos triunfar, o podemos ser recordados para la historia como los creadores del coche más feo del mundo.
Modelos que rompen moldes (para lo bueno y para lo malo)
Estos son unos cuantos de los modelos que, en su momento, rompieron el molde de los diseños de coches y se salieron del guión marcado por la moda del momento. El primer ejemplo de todos debe ser para la Renault Espace, que no solo rompía con la estética sino que introducía el concepto de monovolumen. Hoy en día nos parece un diseño muy retro, lógicamente, pero en aquél momento se vendía como lo más de lo más… y aunque tardó en encajar, es un modelo y concepto que sigue vigente hasta el día de hoy.
El Toyota RAV 4 es un ejemplo de un modelo muy adelantado a su tiempo y que goza de un éxito demoledor en toda su historia.
Un coche con estética americana en Europa, el Ford Scorpio de 1994, es el ejemplo perfecto de que por algo tenemos gustos diferentes en los EE.UU. y en Europa. No coincide ni el frontal, ni la trasera, con los pilotos formando una banda roja recorriendo de lado a lado la parte trasera del coche.
El Fiat Multiplá lo recordaremos por su anuncio, en el que aparecía Michael Schumacher. La verdad es que es uno de los diseños más desafortunados teniendo en cuenta el momento en que salió al mercado. Lo bueno es que tenían unos objetivos de ventas muy bajos y los cumplieron, pero si no hubiese sido un completo fracaso. ¡En el anuncio que os mostramos solo aparecía en los últimos dos segundos!
Algo que nunca falla es mantenerse fiel a las ideas principales de la marca, pero también influye el empujón mediático de todo un James Bond. Es el caso del Aston Martin Vanquish del año 2000, un coche que podemos ver hoy en día como actual, y por eso es un gran coche y todo un clásico.
El Peugeot 1007 fue todo un fiasco por parte de la marca del león. La idea era ser una referencia de coche urbano porque era pequeño, alto y tenía unas puertas eléctricas correderas que facilitaban el acceso, pero el precio y la pocas agraciadas formas del coche lo situaron en el cajón de los fracasos. Una pena porque la idea de la que partía era buena.
Vía | El País
Foto cabecera | Nannette Turner