Casi todos los coches tienen un botón en la zona del control de la climatización que sirve para recircular el aire del habitáculo. Muchas personas no lo han utilizado nunca y, probablemente, no saben exactamente cómo funciona, ni para qué sirve.
Hay que decir que en los coches más modernos este botón puede que ya no exista. En estos nuevos modelos, la recirculación del aire se hace de manera automática cuando se dan las condiciones adecuadas. Veamos entonces para qué sirve la recirculación, o reciclaje, del aire del habitáculo.
El botón de recirculación del aire sirve para decidir de dónde se obtiene el aire que pasará al habitáculo: del exterior (botón sin pulsar) o del propio habitáculo (botón pulsado).
Esto tiene algunas aplicaciones, además de contribuir a la seguridad en la conducción. Para empezar, al pulsar el botón de recirculación se fuerza a que el aire del habitáculo pase por todo el circuito y, con ello, por los diferentes filtros de aire. De esta forma, el aire se «recicla», pero no se renueva.
El principal cometido de esta función es evitar que entre aire sucio al habitáculo. Es decir, que entren malos olores, polvo, humos… Se debe utilizar, por tanto, si pasamos por zonas con mucho polvo en suspensión, o cerca de fábricas o refinerías que emanan humos y olores, o incluso en atascos, en túneles o en ciudades con gran polución, si circulamos detrás de coches en malas condiciones o de camiones…
Al pulsar el botón, nos protegeremos de dichos humos y partículas en suspensión y disfrutaremos de un aire limpio durante unos minutos. Es importante recordar queno se debe hacer recircular el aire más allá de 10 minutos. La razón es que el aire no se renueva de este modo y conviene hacerlo para evitar la somnolencia, entre otras cosas.
Este botón también tiene una función muy práctica cuando se trata de enfriar o calentar el habitáculo con rapidez. Al encender el motor y accionar el climatizador para controlar la temperatura interior, dejaremos pasar un par de minutos y conectaremos el reciclaje de aire.
De esta manera, con cada paso por el circuito de climatización, el aire estará un poco más frío (o caliente, depende de lo que queramos hacer) y, por tanto, el sistema tendrá que hacer menos esfuerzo por regular la temperatura. Con esto, conseguiremos que el climatizador dure más y que alcancemos la temperatura ideal antes.
Es necesario apuntar que, en el caso de utilizar la calefacción, es conveniente desconectar la recirculación tan pronto como sea posible para evitar la condensación de humedad en el interior del coche. Muchos modelos desconectan esta función automáticamente, eso sí.